HAY SOLEDADES LLENAS DE SOLEDAD
Cuando la vida te avisa de que pierdes facultades, escuchas cierta premisa que te deja soledades. Hay soledad que te acerca a mirar a las estrellas, y alguna soledad terca que no deja cosas bellas. Soledad de soledades entre brisas delicadas, angustias que dan verdades en las horas marginadas. La soledad de los años que aparece sin demora dice que afloran los daños pero que a nadie decora. Soledad de soledades, dime si la Luna brilla, me asustan las falsedades de la gente de mi villa. La noche viene buscando una mujer muy bonita, y el día vendrá dejando un niño que siempre grita. Soledad de soledades que por las calles caminas, nadie pensará en edades ni si hay viento en las colinas. Siento gritos callejeros de soledades perdidas, hubo tiempos pasajeros que buscan tierras queridas. Un anciano me pregunta donde rompen soledades, y mis palabras se asustan al vivir las realidades. La soledad del anciano que camina con problemas, al sentirse ser humano que nada sabe de esquemas. Su soledad le acompaña en su serio dormitorio, y otra soledad le engaña que puede ser el demonio. Entre visiones tremendas camina buscando sueños, y aunque no precisa vendas se teme ser un empeño. Esta soledad le engaña queriendo vivir un cuento, el solo y triste se apaña, aunque le falte el aliento. Soledades que se pierden cuando nos llega la muerte, las conciencias no se venden ni sirve pedir hoy suerte. Todo pasa muy deprisa, la soledad ni lo siente, a veces corre esa brisa de ver al viejo paciente. G X Cantalapiedra.
Cuando la vida te avisa de que pierdes facultades, escuchas cierta premisa que te deja soledades. Hay soledad que te acerca a mirar a las estrellas, y alguna soledad terca que no deja cosas bellas. Soledad de soledades entre brisas delicadas, angustias que dan verdades en las horas marginadas. La soledad de los años que aparece sin demora dice que afloran los daños pero que a nadie decora. Soledad de soledades, dime si la Luna brilla, me asustan las falsedades de la gente de mi villa. La noche viene buscando una mujer muy bonita, y el día vendrá dejando un niño que siempre grita. Soledad de soledades que por las calles caminas, nadie pensará en edades ni si hay viento en las colinas. Siento gritos callejeros de soledades perdidas, hubo tiempos pasajeros que buscan tierras queridas. Un anciano me pregunta donde rompen soledades, y mis palabras se asustan al vivir las realidades. La soledad del anciano que camina con problemas, al sentirse ser humano que nada sabe de esquemas. Su soledad le acompaña en su serio dormitorio, y otra soledad le engaña que puede ser el demonio. Entre visiones tremendas camina buscando sueños, y aunque no precisa vendas se teme ser un empeño. Esta soledad le engaña queriendo vivir un cuento, el solo y triste se apaña, aunque le falte el aliento. Soledades que se pierden cuando nos llega la muerte, las conciencias no se venden ni sirve pedir hoy suerte. Todo pasa muy deprisa, la soledad ni lo siente, a veces corre esa brisa de ver al viejo paciente. G X Cantalapiedra.