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LA SECA: AQUELLA TARDE PENSANDO...

AQUELLA TARDE PENSANDO
Era una tarde de otoño, por aquel mes de noviembre, cuatro amigos caminamos con una duda de fiebre, Era un entierro sencillo de los que cantan muy poco, y al llegar al cementerio vimos de cerca un gran hoyo, Dos amigos comentaron donde se irán estos muertos, y entre todos dialogamos sin saber nada de cierto, Un amigo nos contó que el alma iba siempre con el muerto, y que la vida seguía por caminos hoy inciertos. Todos seguimos pensando, “Dios mío donde se van estos muertos”, Teníamos solo ocho años, pero el corazón latiendo. Llegamos a conclusiones el corazón es el centro, y el alma marcha encogida para gozar de otro tiempo. No supimos de mentiras ni tampoco de tormentos, no quisimos hacer tiras de los sufridos lamentos. Aquella tarde sentimos como se entierra a los muertos, el sonido de la caja en aquel campo en silencio. Camposanto o Cementerio, las gentes fueron callando en aquel asunto serio. Los amigos lo pensamos y no fue fácil creerlo, el alma y el corazón dicen que marchan al cielo, luego más tarde pensé que triste si no hay consuelo. Subimos La Calle El Cristo, nos preguntamos sin miedo, nadie puede ser tan listo que no conozca algún credo.
Se han pasado muchos años, y se olvidan los recuerdos, aunque subimos peldaños nos asustan tiempos cuerdos. Tengo la conciencia viva y el corazón hoy latiendo, cuando mi mente se activa a veces sigo sufriendo. Hay recuerdos que retornan como si estuvieran presos, y en la memoria se entornan mientras retiemblan los huesos. Estas tardes de noviembre que pisas el Cementerio, las temes más que a diciembre al ser duro su misterio. G X Cantalapiedra.