AQUEL DÍA PRESENTÍ
Me quede medio pensando en la lección aprendida, mi amigo casi llorando me comento su fatiga. Eran momentos amargos cuando la muerte te llama, no existían pasos largos solo ves cerca la calma. La tarde me dio disgusto y me quede congelado, era noticia de susto con su signo complicado. Le dije medio en silencio seguirás por tu camino, y me dijo sin ser necio “esto es puro desatino”. Sin comprender la respuesta tuve mal presentimiento, hay momentos que te cuesta aceptar el sufrimiento. Mis manos fueron temblando quizá por bastante tiempo, luego me quede pensando al ver que soplaba el viento. Era duro el comentario de aquel amigo de siempre, era notar un calvario que se quedaba en mi mente. Aquel día fui notando como la muerte camina, en sus pasos va marcando las horas que determina. No vale rogar al cielo, ni poner velas a santos, ni logras ver el consuelo que puedan dejar los llantos. Fueron días de penumbras, sin querer notar los llantos, cuando las horas deslumbran temes sufrir desencantos. No vale clamar al viento en esas tristes jornadas, a veces se va el aliento de ver horas encantadas. La Madre Naturaleza nos va marcando el destino, ella tiene fortaleza sin allanarte el camino. Días que no los olvidas en el resto de tu vida, con frases que siempre cuidas y que no ven la salida. La Muerte marca su fecha que nadie quiere entenderla, hablan de verla derecha más no quieres comprenderla. Son jornadas invisibles que llegan quizá con prisa, muchos las ven imposibles pero que la vida eclipsa. G X Cantalapiedra.
Me quede medio pensando en la lección aprendida, mi amigo casi llorando me comento su fatiga. Eran momentos amargos cuando la muerte te llama, no existían pasos largos solo ves cerca la calma. La tarde me dio disgusto y me quede congelado, era noticia de susto con su signo complicado. Le dije medio en silencio seguirás por tu camino, y me dijo sin ser necio “esto es puro desatino”. Sin comprender la respuesta tuve mal presentimiento, hay momentos que te cuesta aceptar el sufrimiento. Mis manos fueron temblando quizá por bastante tiempo, luego me quede pensando al ver que soplaba el viento. Era duro el comentario de aquel amigo de siempre, era notar un calvario que se quedaba en mi mente. Aquel día fui notando como la muerte camina, en sus pasos va marcando las horas que determina. No vale rogar al cielo, ni poner velas a santos, ni logras ver el consuelo que puedan dejar los llantos. Fueron días de penumbras, sin querer notar los llantos, cuando las horas deslumbran temes sufrir desencantos. No vale clamar al viento en esas tristes jornadas, a veces se va el aliento de ver horas encantadas. La Madre Naturaleza nos va marcando el destino, ella tiene fortaleza sin allanarte el camino. Días que no los olvidas en el resto de tu vida, con frases que siempre cuidas y que no ven la salida. La Muerte marca su fecha que nadie quiere entenderla, hablan de verla derecha más no quieres comprenderla. Son jornadas invisibles que llegan quizá con prisa, muchos las ven imposibles pero que la vida eclipsa. G X Cantalapiedra.