LA SECA: EL ARROPE LASECANO Y EL DULCE DE LETUARIO...

EL ARROPE LASECANO Y EL DULCE DE LETUARIO
Fueron años infantiles que se llenan de recuerdos, vendimias muy juveniles con muchos hombres muy cuerdos. Para hacer un buen arrope con las uvas del Verdejo, preferible la rebusca y estar del valle muy lejos. Calabaza echa filetes y el mosto tener cociendo, hasta poder consumirse y meterse en los pucheros. No dejar el fuego lento, que el mosto se vea cociendo, veras que precioso invento cuando lo vayas comiendo. El arrope de merienda, pan candeal que bien hecho, los niños verán la tienda para salir muy derecho. El arrope lasecano está lleno de momentos, que vivimos rumbo sano sin querer ver sufrimiento.
Del dulce de letuario, que, en Tel Aviv, en sus restaurantes es el postre más elegido, según informan, en La Seca se producían antiguamente en los melonares, esos letuarios que los niños le veíamos como sandias presas. Al tener su cascara del color de los trajes de presos antiguos en penales. Hoy día creo que su cosecha es limitada, y personas como era mi madre, ya no existen para seguir las viejas tradiciones. El dulce de letuario es un sabor muy fino y suave, dejándote la boca y el paladar, incluso con mejor sabor que cualquier miel. Es una pena que las gentes de mi Villa no lo sigan practicando, incluso Francisco de Quevedo y Villegas, nos habla de dicho dulce hace más de tres siglos, como dulce afrodisiaco, esperemos que esas tradiciones lasecanas no desaparezcan. G X Cantalapiedra.