RECUERDOS DE TORMENTAS
Con tormentas de verano
La Seca tuvo su tiempo,
entre su viento profano
vino marcando el aliento.
Rayos truenos y lamentos
de labradores humanos,
que pasaron sufrimientos
y les temblaron sus manos.
Aguas que fueron corriendo
mientras arrastraban barro,
nadie quiso ver fingiendo
si atravesaba su carro.
Por La Huerta de la Alegre
las avenidas dan pasos,
que tapan la Calle El Cristo
entre penosos fracasos.
Tormentas del Camino Hondo
con sus temerosos rayos,
que dejaron el rescoldo
sin saber de pararrayos.
Tormentas sobre La Seca,
dicen que tiembla hasta el diablo,
alguna tuvo su meta
sin respetar ningún clavo.
Tormentas que van marcando
algún viñedo cuidado,
el granizo va dejando
mucho campo machacado.
Tardes que arrastran tormentas,
campos todos desolados,
cuando los daños aumentan
hay labradores quebrados.
Valtarre, Valdechimoza,
Las Comas y Los Erizos,
la tormenta lo destroza
y nos dejó sus hechizos.
G X Cantalapiedra.
Con tormentas de verano
La Seca tuvo su tiempo,
entre su viento profano
vino marcando el aliento.
Rayos truenos y lamentos
de labradores humanos,
que pasaron sufrimientos
y les temblaron sus manos.
Aguas que fueron corriendo
mientras arrastraban barro,
nadie quiso ver fingiendo
si atravesaba su carro.
Por La Huerta de la Alegre
las avenidas dan pasos,
que tapan la Calle El Cristo
entre penosos fracasos.
Tormentas del Camino Hondo
con sus temerosos rayos,
que dejaron el rescoldo
sin saber de pararrayos.
Tormentas sobre La Seca,
dicen que tiembla hasta el diablo,
alguna tuvo su meta
sin respetar ningún clavo.
Tormentas que van marcando
algún viñedo cuidado,
el granizo va dejando
mucho campo machacado.
Tardes que arrastran tormentas,
campos todos desolados,
cuando los daños aumentan
hay labradores quebrados.
Valtarre, Valdechimoza,
Las Comas y Los Erizos,
la tormenta lo destroza
y nos dejó sus hechizos.
G X Cantalapiedra.