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LA SECA: NOCHE DE MIEDO EN LOS RASOS...

NOCHE DE MIEDO EN LOS RASOS
Aquella noche de 1963, a finales de agosto, cinco jóvenes amigos, salieron al campo a comer uvas, en la viñas de Los Rasos, sin conocer el miedo, aunque esa noche era de las que llaman cerradas en Castilla, en el cielo no lucia ninguna estrella, y las viñas quedaban al camino no se las veía de oscura que estaba la noche, el amigo más decidido, miro en la oscuridad de aquella noche tenebrosa, y solo se veía como si alguien caminara delante de ellos, con un cigarrillo encendido, comentaron de pararse los cinco, y se dedicaron a mirar hacia donde parecía brillar una cosa roja en la lejanía. Llegando a la conclusión que debía ser una luz roja en la distancia, de alguna casa de algún pueblo lejano, o tan solo un misterio de aquella noche donde las mentes empezaban a pensar cual podría ser. Sin llegar a las viñas donde tenían pensado ir, por existir cepas de albillo, que maduraban antes que las demás clases de uvas de aquella tierra, de La Castilla Profunda, entre las dudas de la noche, y estando a más de dos kilómetros del pueblo, decidieron volver hacia sus casas. Al ver la noche tan oscura. Que les daba miedo el perderse de la compañía de todos ellos, caminaban despacio cuando vieron un gran resplandor, que se acercaba hacia donde caminaban ellos, todos sin pensarlo se metieron en un viñedo que pegaba al camino, y escondiéndose debajo de las cepas, vieron un artefacto que lanzaba ráfagas de luz que te dejaban dañando la vista. Los cinco jóvenes se quedaron inmovilizados, el miedo al ver un artefacto bastante grande, que apenas metía ruido, sin saber que hacer, hasta que por fin el más decidido, dijo, salir de debajo de los sarmientos, el aparato se ha marchado camino de no sé dónde. La noche seguía negra, y por aquel camino, ya nadie parecía estar seguro de su vida, eran unos 1500, metros de distancia hasta el pueblo, pero todos iban dando vueltas a lo que habían visto, aquella lucecita roja, se quedó borrada, más todos apretaron el paso, hablando de aquel artefacto grande que volaba a ras del suelo, y que tanta luminosidad llevaba encima, pensaron que serían extraterrestres, o seres de este planeta nuestro, muchos más adelantados, todo aquello quedó medio aparcado, y los cinco jóvenes llegaron al pueblo con el miedo metido en el cerebro, sin poder contar sus aventuras nocturnas, ya que se lo hubieran hecho les llamarían locos, algunos amigos de aquel grupo de cinco, ya no existen, pero guardaron el secreto hasta estando muertos. G X Cantalapiedra.