LOS VECINOS DE LA SECA EL AÑO 1962,
Aquellas noches de miedo, el vecino se acostaba, sintiendo ruidos extraños mientras su cama temblaba. A las dos de la mañana, pensando siempre en la muerte, las bodegas inundadas dieron sustos penitentes, mientras las gentes callaban. El vecino en el silencio a su esposa preguntaba, debemos tener mucha agua en la bodega anegada. La mujer con mucho miedo triste y seria contestaba, estas aguas rompen sueños incluso de madrugada. La Seca con sus bodegas todas rellenas con agua, los manantiales creciendo con gentes sobre saltadas. “Deja la casa vecino, deja que se marche el agua, nadie se siente adivino, deja la casa cerrada”. Muchos fueron los vecinos, con casas abandonadas, algunos sufrieron signos de hundirse de madrugada, Muchas casas con bodega, hasta paredes dañadas, cuando la noche despliega, el miedo deja sus garras. Calles que fueron hundidas, bodegas abandonadas, las esperanzas perdidas al ver casas destrozadas. Hubo gente que soñando se sintieron mal paradas, y con sustos despertaron en las horas más extrañas.
Hoy que pasaron los años, los silencios no se guardan, aquellos terribles daños a muchas gentes la espantan. Bodegas que fueron mitos de majuelos y labranzas, entre miedos infinitos anularon esperanzas. Cuando comentas la historia de personas ya marchadas, se te viene a la memoria las bodegas inundadas. La Seca, tuvo misterios entre sombras desterradas, La Torre con media iglesia con bodegas castigadas. Se quemó
El Ayuntamiento, con las escuelas cerradas, todo tuvo sufrimiento con sus gentes angustiadas. G X Cantalapiedra.
Aquellas noches de miedo, el vecino se acostaba, sintiendo ruidos extraños mientras su cama temblaba. A las dos de la mañana, pensando siempre en la muerte, las bodegas inundadas dieron sustos penitentes, mientras las gentes callaban. El vecino en el silencio a su esposa preguntaba, debemos tener mucha agua en la bodega anegada. La mujer con mucho miedo triste y seria contestaba, estas aguas rompen sueños incluso de madrugada. La Seca con sus bodegas todas rellenas con agua, los manantiales creciendo con gentes sobre saltadas. “Deja la casa vecino, deja que se marche el agua, nadie se siente adivino, deja la casa cerrada”. Muchos fueron los vecinos, con casas abandonadas, algunos sufrieron signos de hundirse de madrugada, Muchas casas con bodega, hasta paredes dañadas, cuando la noche despliega, el miedo deja sus garras. Calles que fueron hundidas, bodegas abandonadas, las esperanzas perdidas al ver casas destrozadas. Hubo gente que soñando se sintieron mal paradas, y con sustos despertaron en las horas más extrañas.
Hoy que pasaron los años, los silencios no se guardan, aquellos terribles daños a muchas gentes la espantan. Bodegas que fueron mitos de majuelos y labranzas, entre miedos infinitos anularon esperanzas. Cuando comentas la historia de personas ya marchadas, se te viene a la memoria las bodegas inundadas. La Seca, tuvo misterios entre sombras desterradas, La Torre con media iglesia con bodegas castigadas. Se quemó
El Ayuntamiento, con las escuelas cerradas, todo tuvo sufrimiento con sus gentes angustiadas. G X Cantalapiedra.