LA SECA: UNA TARDE DE CANICULA...

UNA TARDE DE CANICULA
La tarde se presentía, entre los grandes calores, el viento ni se movía y brillaban los sudores. Entre calores flotando el cielo gris se ponía, algo que puede ir pasando y la gente lo advertía. Buscando cierta frescura ibas moviendo tu cuerpo, era tiempo de diablura sin querer estar inepto. Soñando los viejos tiempos que se marcharon deprisa, hoy comprobamos los vientos que apenas arrastran brisa. Una tarde sofocante, qui ni los perros ladraban, este calor humillante no quiere frases calcadas. Junio de grandes calores por la Castilla sedienta, que pudieran ser horrores al ver que el calor revienta. Buscas el agua fresquita para calmar tanto fuego, ves triste la margarita que ya no conoce pliego. La tarde se va marchando entre sombras pasajeras, el calor sigue dañando muchas sendas altaneras. Viendo ciertos caminantes que buscan sombras austeras, ves los calores constantes en tiempos de primaveras. Hoy notamos las razones que tienen muchas estrellas, y buscamos conclusiones que dejen las horas bellas. La Madre Naturaleza viene marcando las vidas, y no es ninguna torpeza ver la tierra con heridas. Sombras de viejos fantasmas quieren la luz encendida, ellos quizá nos reclaman alguna norma elegida. La Madre Naturaleza la tenemos sorprendida, y notamos la torpeza de una sociedad erguida. Los desiertos aumentando, las lluvias son restringidas, los humos van salpicando a muchas sufridas vidas. No queremos hacer caso a gentes comprometidas, que suelen ver el ocaso de culturas deprimidas. G X Cantalapiedra.