CADA VEZ QUE HABLÓ POR TELEFONO CON LA SECA TIEMBLO.
Como nos tira la tierra, como sentimos sus fallos, al que se muere le entierran y brotaran nuevos tallos. Cada persona que muere nos deja un camino amargo, la mente siempre prefiere verla pasar muy de largo. Se van marchando personas que a veces tuve a mi lado, quieres borrar esas zonas que te dejan condenado. Cuando surgen los esquemas que muchas horas soñamos, notamos ciertos problemas que ya nunca abandonamos. Hoy no me vale el consuelo, ni busco sueños pasados, hay huellas a ras de suelo con sus ecos destemplados. Voy preguntando sin miedo, pero termino pensando, que la vida es un enredo que te deja tiritando. Me asustan las precisiones, voy tranquilo caminando, a veces siento razones que no quiero ir suplicando. Me agrada vivir la vida, me encanta pisar paisajes, no tengo la fe perdida ni quiero buscar anclajes. Sobran frases penitentes, entre caminos distantes, el vivir te da alicientes que afloran siendo constantes. Mi teléfono no sabe ni quiere sentir el miedo, que la muerte va dejando sin entender de su credo. Vamos pisando caminos entre nuevas tentaciones, los lamentos no divinos dejan tristes sensaciones. La vida se va gastando como se gasta una vela, poco a poco va brillando y su fin nunca consuela. Somos humanos sufriendo entre nubes tormentosas, la guerra viene marcando a las mentes más dichosas. Podemos llorar despiertos, y soportar desencantos, mientras sufrimos los muertos que tan solo deja llantos. La Seca llevo conmigo en la más larga distancia, allí conservo un amigo que nunca habló de arrogancia. Cada día que se pasa vas pensando en ciertas muertes, que solo el tiempo traspasa y anula ciertas pendientes. Hay caminos sin retornos, con momentos deprimidos, y golfos con sus sobornos que nos tienen confundidos. El mañana viene andando para dejarnos sus huellas, dicen que llega llorando entre sufridas tinieblas. G X Cantalapiedra.
Como nos tira la tierra, como sentimos sus fallos, al que se muere le entierran y brotaran nuevos tallos. Cada persona que muere nos deja un camino amargo, la mente siempre prefiere verla pasar muy de largo. Se van marchando personas que a veces tuve a mi lado, quieres borrar esas zonas que te dejan condenado. Cuando surgen los esquemas que muchas horas soñamos, notamos ciertos problemas que ya nunca abandonamos. Hoy no me vale el consuelo, ni busco sueños pasados, hay huellas a ras de suelo con sus ecos destemplados. Voy preguntando sin miedo, pero termino pensando, que la vida es un enredo que te deja tiritando. Me asustan las precisiones, voy tranquilo caminando, a veces siento razones que no quiero ir suplicando. Me agrada vivir la vida, me encanta pisar paisajes, no tengo la fe perdida ni quiero buscar anclajes. Sobran frases penitentes, entre caminos distantes, el vivir te da alicientes que afloran siendo constantes. Mi teléfono no sabe ni quiere sentir el miedo, que la muerte va dejando sin entender de su credo. Vamos pisando caminos entre nuevas tentaciones, los lamentos no divinos dejan tristes sensaciones. La vida se va gastando como se gasta una vela, poco a poco va brillando y su fin nunca consuela. Somos humanos sufriendo entre nubes tormentosas, la guerra viene marcando a las mentes más dichosas. Podemos llorar despiertos, y soportar desencantos, mientras sufrimos los muertos que tan solo deja llantos. La Seca llevo conmigo en la más larga distancia, allí conservo un amigo que nunca habló de arrogancia. Cada día que se pasa vas pensando en ciertas muertes, que solo el tiempo traspasa y anula ciertas pendientes. Hay caminos sin retornos, con momentos deprimidos, y golfos con sus sobornos que nos tienen confundidos. El mañana viene andando para dejarnos sus huellas, dicen que llega llorando entre sufridas tinieblas. G X Cantalapiedra.