ESTOS TIEMPOS DEJAN HUELLAS
Primero fue la pandemia, luego nos llegó la guerra, que no es ninguna comedia y a las personas entierra. Vamos sufriendo verdades, entre palabras austeras, que lo sufren los hogares incluso con primaveras. No vale gritar al viento, ni correr en carretera, ni comentar sentimiento que a veces te desespera. Estos tiempos son fatales, y lo notan las carteras, las subidas anormales dicen que son altaneras. Cada cual mira su rumbo, cada persona su acera, en este querido mundo llevas la duda a tu vera. En La Castilla Profunda donde la vida se enreda, la pena siempre es fecunda y no se la pone veda. En las noches más preciosas cuando la Luna refleja, viendo estrellas armoniosas la duda siempre se aleja. No queremos recordarlo, ni soñamos con estrellas, debemos siempre pensarlo y hacer las horas más bellas. Tiempos que dejaron muertos, caminos serios y amargos, aquí no valen entuertos ni hacer los destinos largos. Quieres olvidar la lista con nombres que nos dejaron, y te tiembla hasta la vista al pensar que se alejaron. Tiempos raros y fatales, sin esperar alegrarnos, no son caminos normales los que a veces encontramos. Ucrania llora sus muertos, Europa siente los males, estos tiempos tan inciertos nunca podrán ser normales. Zares que son dictadores de arrasar muchos hogares, nunca pueden ser señores quien siembra penosos males. Estos tiempos mal venidos, entre pandemia y desastres, nadie los quiere elegidos entre tan graves debates. Corren vientos anormales por los campos de batalla, entre muertes tan fatales solo se siente metralla. No podemos escondernos ni comentar tantos males, el tiempo quiere perdernos al ver cosas inmorales. Vienen gritando los vientos, los campos siguen normales, hay tiempos de sufrimientos entre sufridos mortales. El humanismo sintiendo, todo lo que está pasando, la vida sigue surgiendo mientras seguimos temblando. G X Cantalapiedra.
Primero fue la pandemia, luego nos llegó la guerra, que no es ninguna comedia y a las personas entierra. Vamos sufriendo verdades, entre palabras austeras, que lo sufren los hogares incluso con primaveras. No vale gritar al viento, ni correr en carretera, ni comentar sentimiento que a veces te desespera. Estos tiempos son fatales, y lo notan las carteras, las subidas anormales dicen que son altaneras. Cada cual mira su rumbo, cada persona su acera, en este querido mundo llevas la duda a tu vera. En La Castilla Profunda donde la vida se enreda, la pena siempre es fecunda y no se la pone veda. En las noches más preciosas cuando la Luna refleja, viendo estrellas armoniosas la duda siempre se aleja. No queremos recordarlo, ni soñamos con estrellas, debemos siempre pensarlo y hacer las horas más bellas. Tiempos que dejaron muertos, caminos serios y amargos, aquí no valen entuertos ni hacer los destinos largos. Quieres olvidar la lista con nombres que nos dejaron, y te tiembla hasta la vista al pensar que se alejaron. Tiempos raros y fatales, sin esperar alegrarnos, no son caminos normales los que a veces encontramos. Ucrania llora sus muertos, Europa siente los males, estos tiempos tan inciertos nunca podrán ser normales. Zares que son dictadores de arrasar muchos hogares, nunca pueden ser señores quien siembra penosos males. Estos tiempos mal venidos, entre pandemia y desastres, nadie los quiere elegidos entre tan graves debates. Corren vientos anormales por los campos de batalla, entre muertes tan fatales solo se siente metralla. No podemos escondernos ni comentar tantos males, el tiempo quiere perdernos al ver cosas inmorales. Vienen gritando los vientos, los campos siguen normales, hay tiempos de sufrimientos entre sufridos mortales. El humanismo sintiendo, todo lo que está pasando, la vida sigue surgiendo mientras seguimos temblando. G X Cantalapiedra.