CUANTOS CUENTOS ME CONTARON
Cuando cuentos me contaron
sobre tierra castellana,
cuantas penosas mañanas
entendí de vida ufana.
Cuentos que tuvieron fechas
hablándome de alimañas,
otros me enseñaron brechas
con frases que eran extrañas.
Cuentos llenos de sonrisas,
con sonidos de campanas,
que arrastraron ciertas brisas
de las que nunca son sanas.
Cuantos cuentos infantiles,
adornaron mi semblanza,
Los Ripios de aquel Ansurez
eran perfecta balanza.
Entre cuentos y pasiones
eran mis largas jornadas,
nunca dude las razones
de las frases encantadas.
Cuentos llenos de paisajes
entre brujas no muy malas,
donde noté los anclajes
que a veces dejan las balas.
Cuentos que fueron volando
por los caminos sin alma,
cuando los vas recordando
parece que te dan calma.
No puedes borrar los cuentos
ni tampoco su morada,
no sirve buscar alientos
en la fría madrugada.
Cuentos que rompen caricias
en las noches delicadas,
hay cuentos que son delicias
y dejan sombras marcadas.
G X Cantalapiedra.
Cuando cuentos me contaron
sobre tierra castellana,
cuantas penosas mañanas
entendí de vida ufana.
Cuentos que tuvieron fechas
hablándome de alimañas,
otros me enseñaron brechas
con frases que eran extrañas.
Cuentos llenos de sonrisas,
con sonidos de campanas,
que arrastraron ciertas brisas
de las que nunca son sanas.
Cuantos cuentos infantiles,
adornaron mi semblanza,
Los Ripios de aquel Ansurez
eran perfecta balanza.
Entre cuentos y pasiones
eran mis largas jornadas,
nunca dude las razones
de las frases encantadas.
Cuentos llenos de paisajes
entre brujas no muy malas,
donde noté los anclajes
que a veces dejan las balas.
Cuentos que fueron volando
por los caminos sin alma,
cuando los vas recordando
parece que te dan calma.
No puedes borrar los cuentos
ni tampoco su morada,
no sirve buscar alientos
en la fría madrugada.
Cuentos que rompen caricias
en las noches delicadas,
hay cuentos que son delicias
y dejan sombras marcadas.
G X Cantalapiedra.