MUCHOS HIJOS DE INMIGRANTES
La voz de la tierra tira, siempre lo tuve presente, la memoria si se estira puede que nunca esté ausente. Algunos hijos comentan ser ciudadanos del mundo, y sus dudas las aumentan al ver su presente agudo. Lasecanos inmigrantes, buscando siempre futuro, sin querer ser arrogantes vivieron un tiempo duro. Sin complejos en la vida con su sensatez constante, llevando su frente erguida y caminando adelante. El corazón va sintiendo un pasado de leyendas, los hijos siguen pensando que allí no tienen sus sendas, No van buscando raíces, ni comentando sus pasos, no quieren ver cicatrices de las que dejan fracasos. Ciertos días con propuestas les hablas de los regresos, que si vienen a las fiestas podrán lograr más ingresos. No se sienten lasecanos si la madre es de otra tierra, aunque se ven castellanos que su presente no cierra. Se olvidaron apellidos que llevan ahí 500, años, y se ven comprometidos con pasar esos peldaños. Los ciudadanos del mundo, que se pierden por los llanos, no quieren ser trotamundos ni sentirse lasecanos. No conocen tradiciones, ni quieren ser nuevos magos, en sus posibles razones quieren ver sus pasos largos. Muchos caminos perdidos, muchos sueños olvidados, hay senderos deprimidos que pueden ser marginados. Al no nacer en La Seca los hijos no ven halagos, ellos solo ven la tecla de los penosos embargos. Caminaron sin problemas, casi todos estudiaron, tuvieron ciertos esquemas que a veces todos odiaron. Los ciudadanos del mundo quisieran seguir volando, nadie se ve vagabundo cuando se ve disfrutando. La Seca tiene raíces desde hace muchos años, hoy se borran cicatrices y se sueña con peldaños.
G X Cantalapiedra.
La voz de la tierra tira, siempre lo tuve presente, la memoria si se estira puede que nunca esté ausente. Algunos hijos comentan ser ciudadanos del mundo, y sus dudas las aumentan al ver su presente agudo. Lasecanos inmigrantes, buscando siempre futuro, sin querer ser arrogantes vivieron un tiempo duro. Sin complejos en la vida con su sensatez constante, llevando su frente erguida y caminando adelante. El corazón va sintiendo un pasado de leyendas, los hijos siguen pensando que allí no tienen sus sendas, No van buscando raíces, ni comentando sus pasos, no quieren ver cicatrices de las que dejan fracasos. Ciertos días con propuestas les hablas de los regresos, que si vienen a las fiestas podrán lograr más ingresos. No se sienten lasecanos si la madre es de otra tierra, aunque se ven castellanos que su presente no cierra. Se olvidaron apellidos que llevan ahí 500, años, y se ven comprometidos con pasar esos peldaños. Los ciudadanos del mundo, que se pierden por los llanos, no quieren ser trotamundos ni sentirse lasecanos. No conocen tradiciones, ni quieren ser nuevos magos, en sus posibles razones quieren ver sus pasos largos. Muchos caminos perdidos, muchos sueños olvidados, hay senderos deprimidos que pueden ser marginados. Al no nacer en La Seca los hijos no ven halagos, ellos solo ven la tecla de los penosos embargos. Caminaron sin problemas, casi todos estudiaron, tuvieron ciertos esquemas que a veces todos odiaron. Los ciudadanos del mundo quisieran seguir volando, nadie se ve vagabundo cuando se ve disfrutando. La Seca tiene raíces desde hace muchos años, hoy se borran cicatrices y se sueña con peldaños.
G X Cantalapiedra.