ERA LA SEMANA DE SAN ANTÓN
Se estaba marchando el tren pero en otra dirección,
la vida te da el vaivén más es tarde la lección.
Los complejos se marcharon, y el amor se marchito,
muchas dudas se alejaron y el corazón ni grito.
Aquella seria semana, donde reinaba el humor,
cada cual lanzó su carta sin precisar instructor.
Cartas que fueron llegando entre gestos de pasión,
ecos que fueron pasando con su penosa razón.
Nadie dijo tengo carta, todo el mundo se calló,
ni comentaron ya basta, el recuerdo se voló.
No me recuerdo la letra hoy sufro la confusión,
mi mente sigue discreta sin perder nunca ilusión.
No quiero tocar la carta, hoy es otra mi intención,
aquel tiempo me desgasta sin saber porque afición.
Hoy no recuerdo las señas ni si el sello concluyo,
son esas cosas pequeñas que solo lo supe yo.
Fue la semana de burros, que buen Santo San Antón,
existen tiempos absurdos que solo dejan pasión.
Pueden pasar muchos años, y hay fechas que son de amor,
no vale subir peldaños ni abrazar el desamor.
Los burros que galopaban supieron de la ilusión,
en sus cascos se quedaban trocitos del corazón.
Que nadie rompa las cartas en donde hablaban de amor,
ni pueda decirnos basta si su vida es depresión.
G X Cantalapiedra. 17 DE ENERO DE “196X”.
Se estaba marchando el tren pero en otra dirección,
la vida te da el vaivén más es tarde la lección.
Los complejos se marcharon, y el amor se marchito,
muchas dudas se alejaron y el corazón ni grito.
Aquella seria semana, donde reinaba el humor,
cada cual lanzó su carta sin precisar instructor.
Cartas que fueron llegando entre gestos de pasión,
ecos que fueron pasando con su penosa razón.
Nadie dijo tengo carta, todo el mundo se calló,
ni comentaron ya basta, el recuerdo se voló.
No me recuerdo la letra hoy sufro la confusión,
mi mente sigue discreta sin perder nunca ilusión.
No quiero tocar la carta, hoy es otra mi intención,
aquel tiempo me desgasta sin saber porque afición.
Hoy no recuerdo las señas ni si el sello concluyo,
son esas cosas pequeñas que solo lo supe yo.
Fue la semana de burros, que buen Santo San Antón,
existen tiempos absurdos que solo dejan pasión.
Pueden pasar muchos años, y hay fechas que son de amor,
no vale subir peldaños ni abrazar el desamor.
Los burros que galopaban supieron de la ilusión,
en sus cascos se quedaban trocitos del corazón.
Que nadie rompa las cartas en donde hablaban de amor,
ni pueda decirnos basta si su vida es depresión.
G X Cantalapiedra. 17 DE ENERO DE “196X”.