SI LA MADRE NATURALEZA QUIERE
Me preguntaron un día, halla por el mes de agosto, si de nuevo volvería a una cueva con su rostro. Me preguntaron tranquilos si sabría volver solo, y sobre mis dudas perfilo aquel camino no angosto.
Un amigo de mi infancia me llevo como testigo, luego tuvo la arrogancia de pisar cierto camino. Entre pinos desbordados que jamás guardaron fila, Por la Carretera el Puerto llegamos sin grandes prisas. Una Cueva solitaria, entre pequeñas encinas, hierbas llenas de arrogancia y pinos que desatinan. La Cueva del Señor Vilo, un personaje en la vida, pasaba casi medio año sin salir de su guarida. Puede que existan culebras, mejor dicho alguna víbora, Antes fue llamada La Ribera, entre brisas muy perdidas. El Duero quedaba lejos, como kilometro y algo encima, es una Cueva no grande pero le salvo del clima. Desde niño me contaron que aquella Cueva existía, y una vez me jubilaron hasta la Cueva venía. Mi amigo me comentaba, mañana será otro día, y tiraras esas fotos que tienen signo de vida. Era un hombre solitario, cazador de los conejos, muchas liebres a diario, le quitaron los complejos. Otro amigo de mi infancia, que por Madrid fallecía, un día en La Casa de Campo, me habló de pasar allí un día. Desde niño te comentan, misterios tiene la vida, y en muchos momentos serios quieres recordar la huida. No sé qué tiene mi tierra, que se guardan escondidas, lecciones donde se encierra las prácticas aprendidas. La Madre Naturaleza si no te amarga la vida, sacaremos fortaleza para volver a la cita. Los años se van pasando, a veces con epidemias, puede que vayan clamando al ver tan graves tragedias. No dejes para mañana lo que tengas en tu mente, tu vida puede ser sana en cualquier penoso ambiente. Tengo un amigo en La Seca de los de toda la vida, y quiero tocar su tecla en esa bella salida. Pisaremos los pinares, buscaremos las encinas, no es tierra de melonares ni de preciosas colinas. La Villa de San Martín no muy lejos de allí mismo, sabemos de su mal fin, más hubo peste con abismo. Pisar la Cueva el Señor Vilo, para conocer su historia, es vivir entre ese filo que nos lleva la memoria. Lasecanos del silencio, que conocen las leyendas, nadie puede ser el necio que quiera perder las riendas.
Por las Cuevas de Las Brujas, llevo años sin pisarlas, cuando las sombras se estrujan hay cosas para cuidarlas. Nombres que tiene La Seca que son signo de su suerte, La Cuesta de Lutero, La Frontera, El Infierno, Valtarre, El Cuerno. Mal Pasillo, La Guija. La Granja. Camino del Cementerio, Juan Clérigo. Camino Hondo. El Camino de Los Perros. Y otros nombres que no quiero acordarme en estos momentos. G X Cantalapiedra.
Me preguntaron un día, halla por el mes de agosto, si de nuevo volvería a una cueva con su rostro. Me preguntaron tranquilos si sabría volver solo, y sobre mis dudas perfilo aquel camino no angosto.
Un amigo de mi infancia me llevo como testigo, luego tuvo la arrogancia de pisar cierto camino. Entre pinos desbordados que jamás guardaron fila, Por la Carretera el Puerto llegamos sin grandes prisas. Una Cueva solitaria, entre pequeñas encinas, hierbas llenas de arrogancia y pinos que desatinan. La Cueva del Señor Vilo, un personaje en la vida, pasaba casi medio año sin salir de su guarida. Puede que existan culebras, mejor dicho alguna víbora, Antes fue llamada La Ribera, entre brisas muy perdidas. El Duero quedaba lejos, como kilometro y algo encima, es una Cueva no grande pero le salvo del clima. Desde niño me contaron que aquella Cueva existía, y una vez me jubilaron hasta la Cueva venía. Mi amigo me comentaba, mañana será otro día, y tiraras esas fotos que tienen signo de vida. Era un hombre solitario, cazador de los conejos, muchas liebres a diario, le quitaron los complejos. Otro amigo de mi infancia, que por Madrid fallecía, un día en La Casa de Campo, me habló de pasar allí un día. Desde niño te comentan, misterios tiene la vida, y en muchos momentos serios quieres recordar la huida. No sé qué tiene mi tierra, que se guardan escondidas, lecciones donde se encierra las prácticas aprendidas. La Madre Naturaleza si no te amarga la vida, sacaremos fortaleza para volver a la cita. Los años se van pasando, a veces con epidemias, puede que vayan clamando al ver tan graves tragedias. No dejes para mañana lo que tengas en tu mente, tu vida puede ser sana en cualquier penoso ambiente. Tengo un amigo en La Seca de los de toda la vida, y quiero tocar su tecla en esa bella salida. Pisaremos los pinares, buscaremos las encinas, no es tierra de melonares ni de preciosas colinas. La Villa de San Martín no muy lejos de allí mismo, sabemos de su mal fin, más hubo peste con abismo. Pisar la Cueva el Señor Vilo, para conocer su historia, es vivir entre ese filo que nos lleva la memoria. Lasecanos del silencio, que conocen las leyendas, nadie puede ser el necio que quiera perder las riendas.
Por las Cuevas de Las Brujas, llevo años sin pisarlas, cuando las sombras se estrujan hay cosas para cuidarlas. Nombres que tiene La Seca que son signo de su suerte, La Cuesta de Lutero, La Frontera, El Infierno, Valtarre, El Cuerno. Mal Pasillo, La Guija. La Granja. Camino del Cementerio, Juan Clérigo. Camino Hondo. El Camino de Los Perros. Y otros nombres que no quiero acordarme en estos momentos. G X Cantalapiedra.