EN ESTAS FECHAS DE NAVIDAD VIVIMOS UNA EXPERIENCIA
Hacen ahora en estas fechas muchos años, que un grupo de niños, más o menos unos seis, nos invitó el hijo de aquel pastor famoso, para poder dar de cenar a sus ovejas.
Eran días de vacaciones de Navidad, y sobre las cinco de la tarde de aquel día medio lluvioso, estaban todas las ovejas en la nave o colgadizo, como así se llamaba entonces en La Castilla Profunda.
Los amigos muy contentos, fuimos con aquel joven un poco mayor que nosotros, enseñándonos todo aquel entorno de ovejas y corderos, que les pudimos acariciar de cerca, y repartir en sus pesebres mucha pulpa de remolacha azucarera, que venía en sacos muy grandes, pero que no pesaba demasiado. Fue una tarde llena de sorpresas, pude tener en mis brazos de niño, un cordero, y más tarde acariciar a varias ovejas, que eran muy altas, comentaban en aquel tiempo que esas ovejas eran las mayores de estatura, de toda Castilla.
Y creo que era cierto, ya que eran muy apreciadas por los ganaderos de otros lugares, su tamaño al lado de ellas, era casi como el de un niño de unos siete años, o quizá aún mayores, casi todas las ovejas se dejaban acariciar al darlas la comida.
Hoy se me vino a la memoria, aquel recuerdo infantil, y analice los nombres de los niños que vivimos esa grata experiencia,
Aquel joven de entonces, que nos invitó a estar con sus ovejas, se marchó para siempre al otro mundo, D, E, P. Algún amigo de aquellos de la niñez, que teníamos nuestro lugar de citas, en la Fuente de la Calle Real, esquina con El Pozo Bueno. Descansa en Calpe para siempre, y un amigo de aquellos, se fue sin saber dónde ni cuál es su vida.
La emigración muchas veces forzosa, fue decisiva, para muchas familias de aquella época de los años cincuenta, del siglo pasado.
Llevó más de dos años sin pisar mi Villa, por culpa de la maldita pandemia, pero mis recuerdos de infancia y juventud, los conservo bastante bien, espero que estos tiempos pasen, y nos dejen volver a reconocer nuestro ambiente de aquellos tiempos de la niñez. Si fuera preciso daría nombres, aun les tengo en mente a todos ellos. Desde aquí les deseo FELICES FIESTAS, UN AÑO VENIDERO SIN VIRUS TRAICIONEROS. G X Cantalapiedra.
Hacen ahora en estas fechas muchos años, que un grupo de niños, más o menos unos seis, nos invitó el hijo de aquel pastor famoso, para poder dar de cenar a sus ovejas.
Eran días de vacaciones de Navidad, y sobre las cinco de la tarde de aquel día medio lluvioso, estaban todas las ovejas en la nave o colgadizo, como así se llamaba entonces en La Castilla Profunda.
Los amigos muy contentos, fuimos con aquel joven un poco mayor que nosotros, enseñándonos todo aquel entorno de ovejas y corderos, que les pudimos acariciar de cerca, y repartir en sus pesebres mucha pulpa de remolacha azucarera, que venía en sacos muy grandes, pero que no pesaba demasiado. Fue una tarde llena de sorpresas, pude tener en mis brazos de niño, un cordero, y más tarde acariciar a varias ovejas, que eran muy altas, comentaban en aquel tiempo que esas ovejas eran las mayores de estatura, de toda Castilla.
Y creo que era cierto, ya que eran muy apreciadas por los ganaderos de otros lugares, su tamaño al lado de ellas, era casi como el de un niño de unos siete años, o quizá aún mayores, casi todas las ovejas se dejaban acariciar al darlas la comida.
Hoy se me vino a la memoria, aquel recuerdo infantil, y analice los nombres de los niños que vivimos esa grata experiencia,
Aquel joven de entonces, que nos invitó a estar con sus ovejas, se marchó para siempre al otro mundo, D, E, P. Algún amigo de aquellos de la niñez, que teníamos nuestro lugar de citas, en la Fuente de la Calle Real, esquina con El Pozo Bueno. Descansa en Calpe para siempre, y un amigo de aquellos, se fue sin saber dónde ni cuál es su vida.
La emigración muchas veces forzosa, fue decisiva, para muchas familias de aquella época de los años cincuenta, del siglo pasado.
Llevó más de dos años sin pisar mi Villa, por culpa de la maldita pandemia, pero mis recuerdos de infancia y juventud, los conservo bastante bien, espero que estos tiempos pasen, y nos dejen volver a reconocer nuestro ambiente de aquellos tiempos de la niñez. Si fuera preciso daría nombres, aun les tengo en mente a todos ellos. Desde aquí les deseo FELICES FIESTAS, UN AÑO VENIDERO SIN VIRUS TRAICIONEROS. G X Cantalapiedra.