DE PEQUEÑO ME CONTARON CUENTOS
Eran tiempos de cuentos infantiles,
donde burros y caballos se alejaban,
fueron sueños algunos juveniles
que las tierras de Castilla traspasaban.
Fueron cuentos de brujas seductoras,
de mujeres que en sus llantos despistaban,
eran vientos repletos de sus horas,
que en mi villa por siempre se quedaban.
Entre sombras de encinas castellanas,
por senderos de mi tierra caminaba,
nunca quise sentir mi vida vana
y entre cuentos el trabajo me tomaba.
En las noches que brillan las estrellas,
en mi mente las dudas se formaban,
hoy recuerdo aquellas noches bellas
que hacia el cielo los sueños caminaban.
En la esquina de La Fuente escuche cuentos,
que otros niños mayores nos contaban,
esperando gozar de nuevos vientos
que los pasos de pequeño ya esperaban.
Entre cuentos contados vi la vida,
mientras tanto la muerte cabalgaba,
soñé cuentos con mucha despedida,
mientras gente de su entorno bien lloraba.
Fueron noches de cuentos y leyendas,
que mi tierra por siempre los clavaba,
nunca quise poder coger las riendas
de la noche que siempre nos anclaba.
Entre cuentos de caballos desbocados
cruce ríos con sus bellas montañas,
eran sombras de tiempos ya pasados
que dejaron las terribles alimañas.
Aguantando penumbras del verano,
preguntando lo que son las musarañas,
fuimos niños mirando cualquier mano,
sin pensar en vivir cosas extrañas.
G X Cantalapiedra.
Eran tiempos de cuentos infantiles,
donde burros y caballos se alejaban,
fueron sueños algunos juveniles
que las tierras de Castilla traspasaban.
Fueron cuentos de brujas seductoras,
de mujeres que en sus llantos despistaban,
eran vientos repletos de sus horas,
que en mi villa por siempre se quedaban.
Entre sombras de encinas castellanas,
por senderos de mi tierra caminaba,
nunca quise sentir mi vida vana
y entre cuentos el trabajo me tomaba.
En las noches que brillan las estrellas,
en mi mente las dudas se formaban,
hoy recuerdo aquellas noches bellas
que hacia el cielo los sueños caminaban.
En la esquina de La Fuente escuche cuentos,
que otros niños mayores nos contaban,
esperando gozar de nuevos vientos
que los pasos de pequeño ya esperaban.
Entre cuentos contados vi la vida,
mientras tanto la muerte cabalgaba,
soñé cuentos con mucha despedida,
mientras gente de su entorno bien lloraba.
Fueron noches de cuentos y leyendas,
que mi tierra por siempre los clavaba,
nunca quise poder coger las riendas
de la noche que siempre nos anclaba.
Entre cuentos de caballos desbocados
cruce ríos con sus bellas montañas,
eran sombras de tiempos ya pasados
que dejaron las terribles alimañas.
Aguantando penumbras del verano,
preguntando lo que son las musarañas,
fuimos niños mirando cualquier mano,
sin pensar en vivir cosas extrañas.
G X Cantalapiedra.