LABRADORES LASECANOS
Hoy día de San Isidro patrón de vuestros sembrados, rogarle su bendición para que os eche una mano. Rogarle por los viñedos, rezarle por el amparo, no le mezcléis con enredos que no quiere viento raro. Labradores de esperanza no soñéis con desamparos, hacer la buena balanza de algunos momentos claros. Los tiempos pasan deprisa, la vida pasa de largo, de ven en cuando la risa evita el camino amargo. San Isidro de tutela, patrón de los labradores, su mirada siempre en vela hace grande sus labores. Campos floridos y hermosos, viñedos tan encumbrados, que los momentos dichosos nos parecen encantados. Los cereales espigando hacen bellos nuestros campos, por detrás se van quedando algunos sufridos llantos. Sin mulas en la labranza, sin bueyes en ciertos carros, hoy si se sueña esperanza sin ver los temidos barros. Labradores de tractores, en el campo solitarios, apenas vemos señores que conozcan los calvarios. San Isidro va sin mulas, los bueyes pasan de largo, las penas se disimulan evitando los embargos. Campos que dejan señales de conocer otros llantos, sin parecernos normales no conocen desencantos. Lasecanos de viñedos, con sus majuelos labrados, campesinos entre enredos ven sus sueños anhelados. En La Castilla Profunda el labrador tiene arados, donde la razón abunda en sus campos admirados. Hace mucho los concursos de dominar el arado, La Seca tuvo recursos de arar derecho y templado. La comarca de Medina, en tiempos republicanos, La Seca gano concursos con diplomas hoy guardados. Medina del Campo siendo un lugar de destacados, La Seca gano sufriendo y sus diplomas guardados. Nadie propone ponerles en su lugar bien marcados, un museo Medinense debiera de bien buscarlos. En mi familia se guardan con cariño y con relato, son diplomas que no venden las historias del pasado. San Isidro les dotaba de ser primeros del campo, y han pasado noventa años con los diplomas guardados. La Seca no se motiva, de ese museo soñado, donde veamos su gente de otro tiempo ya pasado. Número 1, del concurso comarcal de Medina del Campo de 1931, numero, 1 del concurso comarcal de Medina del Campo, de 1936. Son diplomas para saber la “Otra historia de La Seca”. G X Cantalapiedra. 15 – 5 – 2021.
Hoy día de San Isidro patrón de vuestros sembrados, rogarle su bendición para que os eche una mano. Rogarle por los viñedos, rezarle por el amparo, no le mezcléis con enredos que no quiere viento raro. Labradores de esperanza no soñéis con desamparos, hacer la buena balanza de algunos momentos claros. Los tiempos pasan deprisa, la vida pasa de largo, de ven en cuando la risa evita el camino amargo. San Isidro de tutela, patrón de los labradores, su mirada siempre en vela hace grande sus labores. Campos floridos y hermosos, viñedos tan encumbrados, que los momentos dichosos nos parecen encantados. Los cereales espigando hacen bellos nuestros campos, por detrás se van quedando algunos sufridos llantos. Sin mulas en la labranza, sin bueyes en ciertos carros, hoy si se sueña esperanza sin ver los temidos barros. Labradores de tractores, en el campo solitarios, apenas vemos señores que conozcan los calvarios. San Isidro va sin mulas, los bueyes pasan de largo, las penas se disimulan evitando los embargos. Campos que dejan señales de conocer otros llantos, sin parecernos normales no conocen desencantos. Lasecanos de viñedos, con sus majuelos labrados, campesinos entre enredos ven sus sueños anhelados. En La Castilla Profunda el labrador tiene arados, donde la razón abunda en sus campos admirados. Hace mucho los concursos de dominar el arado, La Seca tuvo recursos de arar derecho y templado. La comarca de Medina, en tiempos republicanos, La Seca gano concursos con diplomas hoy guardados. Medina del Campo siendo un lugar de destacados, La Seca gano sufriendo y sus diplomas guardados. Nadie propone ponerles en su lugar bien marcados, un museo Medinense debiera de bien buscarlos. En mi familia se guardan con cariño y con relato, son diplomas que no venden las historias del pasado. San Isidro les dotaba de ser primeros del campo, y han pasado noventa años con los diplomas guardados. La Seca no se motiva, de ese museo soñado, donde veamos su gente de otro tiempo ya pasado. Número 1, del concurso comarcal de Medina del Campo de 1931, numero, 1 del concurso comarcal de Medina del Campo, de 1936. Son diplomas para saber la “Otra historia de La Seca”. G X Cantalapiedra. 15 – 5 – 2021.