CINCUENTA Y NUEVE AÑOS””LA TORRE””
Un viento frío del norte iba corriendo la Villa, cada cual con su resorte entre la gente sencilla. Aquella fecha heladora que se quedó deprimida, alguna persona implora al ver la Torre perdida. Los cristianos suplicando, que le pasa a nuestra Villa, La Seca se fue callando y más su gente sencilla. Yo pude entrar en la iglesia estaba toda perdida, el polvo era tan grande que casi ni se respira. Pronto se escuchan lamentos, hay que tapar está herida, que son muchos sufrimientos los que tiene nuestra Villa. Han pasado muchos años, hay mucha pena escondida, algunos olvidan daños de una etapa reprimida. Pueden sonar las campanas por aquella fecha herida, aquella tarde tan vana marcó la senda afligida. Eran lamentos diarios, fueron jornadas perdidas, se conocieron calvarios que se fueron a escondidas. No se puede hacer memoria, aunque no exista castigo, alguien soñó con la gloria de ver el tiempo enemigo. Cuando los fracasos siguen por los penosos caminos, a los caciques persiguen por no ser tan adivinos. En aquella encrucijada nadie pensó en el abismo, aquella etapa dañada, era todo tremendismo. Las bodegas se inundaron, viviendo con el aviso, de inmigrantes que marcharon temiendo el gran pesimismo. Cada momento problemas, cada día un serio aviso, sin tener otros esquemas nadie quiso el compromiso. La Torre sigue marcada por otros penosos signos, la vida se va volada sin entender de adivinos. Se olvidaron los pesares, se marcharon los amigos, la vida te da lugares donde no ves los castigos. Si miramos al pasado con sus penosos martirios, el ayer sigue amarrado pensando en grandes delirios. Sin entender de demonios ni caminar muy perdido, la vida conoce escombros donde ves tú rumbo hundido. Cuando las horas te marcan como un marino perdido, en el futuro te embarcas sin ver tu mundo afligido. G X Cantalapiedra. 30 - 1 – 2021.
Un viento frío del norte iba corriendo la Villa, cada cual con su resorte entre la gente sencilla. Aquella fecha heladora que se quedó deprimida, alguna persona implora al ver la Torre perdida. Los cristianos suplicando, que le pasa a nuestra Villa, La Seca se fue callando y más su gente sencilla. Yo pude entrar en la iglesia estaba toda perdida, el polvo era tan grande que casi ni se respira. Pronto se escuchan lamentos, hay que tapar está herida, que son muchos sufrimientos los que tiene nuestra Villa. Han pasado muchos años, hay mucha pena escondida, algunos olvidan daños de una etapa reprimida. Pueden sonar las campanas por aquella fecha herida, aquella tarde tan vana marcó la senda afligida. Eran lamentos diarios, fueron jornadas perdidas, se conocieron calvarios que se fueron a escondidas. No se puede hacer memoria, aunque no exista castigo, alguien soñó con la gloria de ver el tiempo enemigo. Cuando los fracasos siguen por los penosos caminos, a los caciques persiguen por no ser tan adivinos. En aquella encrucijada nadie pensó en el abismo, aquella etapa dañada, era todo tremendismo. Las bodegas se inundaron, viviendo con el aviso, de inmigrantes que marcharon temiendo el gran pesimismo. Cada momento problemas, cada día un serio aviso, sin tener otros esquemas nadie quiso el compromiso. La Torre sigue marcada por otros penosos signos, la vida se va volada sin entender de adivinos. Se olvidaron los pesares, se marcharon los amigos, la vida te da lugares donde no ves los castigos. Si miramos al pasado con sus penosos martirios, el ayer sigue amarrado pensando en grandes delirios. Sin entender de demonios ni caminar muy perdido, la vida conoce escombros donde ves tú rumbo hundido. Cuando las horas te marcan como un marino perdido, en el futuro te embarcas sin ver tu mundo afligido. G X Cantalapiedra. 30 - 1 – 2021.