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LA SECA: CONFESIONES EN LA ERMITA DE SAN ROQUE....

CONFESIONES EN LA ERMITA DE SAN ROQUE.
En aquella primavera de finales de abril del año 1963, seis amigos de la infancia subieron el desnivel, Todos buscando el futuro, todos soñando con él, en aquel momento duro La Seca no iba muy bien, Los amigos comentando, sin llegar a anochecer, un domingo por la tarde pienso que pudiera ser. Cada cual contó su vida, cuál era allí su entender, todos contaban los mismo, hay que cambiar el papel, “La Seca solo es abismo aquí no hay nada que hacer”. Comentaron los problemas incluso lograr mujer, y buscarnos otra vida sin tener que padecer. Todos pensando el mañana, queriendo vivir muy bien, buscando la vida sana lejos del terreno aquel. Los seis amigos contando, si tendrían gran nivel, pronto se fueron marchando cada cual a su entender. Aquella tarde flotaron sueños del amanecer, entre aquellas fuertes manos siempre rondaba un querer. El mañana va esperando con sus luces y sus sombras, más se siguieron juntando mientras las dudas asombran. Cada cual por su camino, San Roque quedaba en pie, nadie se sintió adivino en aquel anochecer. La inmigración esperando, padres que saben muy bien, que sus hijos inmigrando pudieran dar mil traspiés. Cinco amigos se marcharon, llegándolo a comprender, las distancias se alejaron más nadie perdió nivel. Aquella tarde explicaron sus sueños del que y porqué, en La Seca se dejaron sombras que siguen en pie. Un amigo fallecía, yo me encontraba con él, y bajito me decía, “cumplimos nuestro papel”, San Roque como testigo, después de tomar café, los seis amigos vivimos sueños que fueron de ayer. San Roque como destino, de aquel bello atardecer, donde ningún adivino nos habló de una mujer. Tengo la mente sin dudas, cada cual queriendo ser, sin ver preguntas absurdas, era fácil de entender. Hoy que pasaron los años, San Roque se ve muy bien, hubo los penosos daños que yo no llegue a entender. Quedó en La Seca un amigo, ayer hablaba con él, me dijo que no es castigo pensar en el tiempo aquel. Que se ve comprometido con frases que hay que entender, que no se ve deprimido ni teme el amanecer. Si contempla las palabras que fueron cosas de ayer, algunas fueron las arras de un tiempo de padecer. Miro a San Roque tranquilo, sintiendo cosas de ayer, sobre el pasado perfilo la sombra de una mujer. Los caminos de la vida, a los que quieres ser fiel, te pueden dejar la herida sin llegarlo a comprender. Hay palabras que se vuelan, otras se van sin saber, aunque a veces te consuelan si tienes buena mujer. San Roque sigue en el alto, como un testigo muy fiel, la muerte es el sobresalto que puede romper la piel. El pasado lanza el grito queriendo todo envolver, a veces es como un mito de una tarde de placer. G X Cantalapiedra. 20 – 10 – 2020.