LA SECA SIEMPRE EN LA MEMORIA
Un día me preguntaron “si te falla la memoria”, y en su pregunta lograron hacer más bella la historia. La Seca siempre la llevo, muy dentro de mi memoria, alguien me dijo que luego no habrá camino de gloria. Nunca busque recompensa, ni soñé grandes caudales, la vida se vuelve intensa de mil formas naturales. No puedo borrar mi signo de ser un hombre inmigrante, que logró ver su destino con el trabajo delante. La vida la fui llevando sin demasiados problemas, por detrás se fue quedando algunos duros esquemas. Tuve suerte en mi camino sin despreciar el trabajo, no conocí desatino siendo feliz en mi tajo. Entre libros y enseñanzas que me alegraron las horas, fueron muchas esperanzas que a mi mente la decoran. Los caminos de la vida, nunca les sentí distantes, sin ser persona perdida viví felices instantes. Soñar no cuesta dinero ni debes ser arrogante, si te sientes caballero no quieras ser delirante. Con mis problemas pensando en ser un buen castellano, que fue su vida buscando queriendo ser buen hermano. La Seca llevo conmigo sin sentirme nunca extraño, la historia no es enemigo ni te conduce al engaño. La memoria se presiente con el paso de los años, sin querer ser un ausente que pueda subir peldaños. Vivir la vida sin frenos en un completo relajo, sin querer lanzar venenos ni ver personas debajo. Memoria que no reniega ni quiere buscar fracasos, cuando la mente se pliega entonces cuenta tus pasos. El mañana viene andando con sus muchas falsedades, que puede dejar llorando a quien busca las verdades. No quiero soñar despierto, ni llorar por las esquinas, cuando nombran algún muerto no existen muertes divinas. La Seca llevo conmigo, y no se va de mi mente, quizá llorando un amigo hoy le tengo más presente. G X Cantalapiedra. 9 – 10 – 2020.
Un día me preguntaron “si te falla la memoria”, y en su pregunta lograron hacer más bella la historia. La Seca siempre la llevo, muy dentro de mi memoria, alguien me dijo que luego no habrá camino de gloria. Nunca busque recompensa, ni soñé grandes caudales, la vida se vuelve intensa de mil formas naturales. No puedo borrar mi signo de ser un hombre inmigrante, que logró ver su destino con el trabajo delante. La vida la fui llevando sin demasiados problemas, por detrás se fue quedando algunos duros esquemas. Tuve suerte en mi camino sin despreciar el trabajo, no conocí desatino siendo feliz en mi tajo. Entre libros y enseñanzas que me alegraron las horas, fueron muchas esperanzas que a mi mente la decoran. Los caminos de la vida, nunca les sentí distantes, sin ser persona perdida viví felices instantes. Soñar no cuesta dinero ni debes ser arrogante, si te sientes caballero no quieras ser delirante. Con mis problemas pensando en ser un buen castellano, que fue su vida buscando queriendo ser buen hermano. La Seca llevo conmigo sin sentirme nunca extraño, la historia no es enemigo ni te conduce al engaño. La memoria se presiente con el paso de los años, sin querer ser un ausente que pueda subir peldaños. Vivir la vida sin frenos en un completo relajo, sin querer lanzar venenos ni ver personas debajo. Memoria que no reniega ni quiere buscar fracasos, cuando la mente se pliega entonces cuenta tus pasos. El mañana viene andando con sus muchas falsedades, que puede dejar llorando a quien busca las verdades. No quiero soñar despierto, ni llorar por las esquinas, cuando nombran algún muerto no existen muertes divinas. La Seca llevo conmigo, y no se va de mi mente, quizá llorando un amigo hoy le tengo más presente. G X Cantalapiedra. 9 – 10 – 2020.