LA SECA: SENDAS QUE DEJARON HUELLAS...

SENDAS QUE DEJARON HUELLAS
Hubo sendas prodigiosas que se cargaron de vida, y viñedos como rosas entre fechas escogidas. La Seca tuvo tapiales en muchas casas erguidas, y sus formas naturales fueron signos de acogidas. La Seca tuvo sus sendas que dejaron grandes huellas, a veces tuvieron riendas en las noches que son bellas. Caminantes de la noche, mirando hacia las estrellas, sin hacer jamás reproche vieron lucir las centellas. Sendas cargadas de historia, que buscaban complacencias, aun se guarda en la memoria los motivos de su ciencia. Sendas con bellos caminos, pensamientos con estrellas, bebiendo los buenos vinos recuerdas noches de aquellas. Sendas cargadas de sombras, penitentes sin cadenas, ciertas noticias asombran si pisabas las arenas. La Seca tuvo destinos cargados de penitencia, con sus duros desatinos que no pidieron clemencia. La noche parece rara, hoy no se ven las estrellas, la Luna no se ve clara ni vives las horas bellas. Cuando la noche refleja sus amores en el cielo, nada en la vida se aleja y el caminar da consuelo. El vivir las emociones en las noches tenebrosas, es como sentir canciones que parecen ser gozosas. Pisar por sendas bonitas en estas grises jornadas, es ver que las penas gritan amargando madrugadas. La pandemia va creciendo con sus garras alocadas, Castilla lo va sintiendo al vivir horas dañadas. La Seca busca remedio a tan penoso destino, hay sendas que por sus medio temen sufrir tan mal signo. El mañana nos espera para gozar de esta vida, no hace falta primavera si sueñas tierra elegida. Con el corazón temblando por vivir con ilusiones, debemos seguir cuidando nuestras buenas conclusiones. G X Cantalapiedra.