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LA SECA: HOY HACE 70, AÑOS ERAN LOS NOVILLOS EN LA SECA...

HOY HACE 70, AÑOS ERAN LOS NOVILLOS EN LA SECA
Se han pasado muchos años de aquellos tiempos inciertos, se subieron los peldaños sin olvidar a los muertos. Aquellos bravos novillos, en esta Villa de encierros, se notaban esos brillos de sus enormes cencerros. Vinieron de Malpasillo, por lo que llaman El Cuerno, aquel encierro sencillo nunca le vimos infierno. La Seca toda en la Calle, que alegría y que recuerdo, aquello tuvo el detalle de vivir momentos cuerdos. La Calle del Pozo Bueno, por allí bajo el encierro, a veces sin ser veneno hubo gritos entre hierros. Las mujeres con mandiles, los hombres tal vez más serios, no quisieron los raíles que suelen dar los misterios. Voces gritando a los toros, sonidos que llevo dentro, fueron siempre haciendo coros de aquel tan bonito centro. La Seca fue mucha fiesta para todo aquel contorno, nadie pensó si hubo cuesta y solo buscó el retorno. Los novillos se buscaban sin pensar nunca en el miedo, ellos todo lo alegraban sin entender ningún credo. Eran caminos de carros, eran viñas y majuelos, por calles que fueron barros, pero sembrando consuelo. La Seca gritando fuerte, buscando siempre un torero, algún toro sembró muerte, y le vimos traicionero. Los novillos sin tapujos, eran tiempos de boleros, sin entender de los lujos buscamos sueños sinceros. Hoy que pasaron los años, ya no sirven los consuelos, hoy se viven otros daños que se ven por estos suelos. La Seca cambio las fechas, como cambio los viñedos, vinieron cosas derechas que pudieron dar enredos. Los labradores airosos, aquellos que ya murieron, dejaron triunfos gozosos, aunque mucho padecieron. Hubo mulas de labranza, con sus preciados trofeos, que nunca fueron tardanza y usaron bellos arreos. Los labradores de entonces, que a los novillos vinieron, se olvidaron de las hoces y en la fiesta se crecieron. La Seca tiene motivos para recordar su tiempo, los novillos son festivos que los guardaba hasta el templo. En estas fechas de agosto, con el verano al completo, el frío daba en el rostro, en este terreno inquieto... G X Cantalapiedra.