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LA SECA: YUGOS, REJAS Y LEGONES...

YUGOS, REJAS Y LEGONES
Un labrador me decía, que se acaben los legones, y solo le comprendía en tan raras conclusiones. Cuando se acaben los ecos de los viejos labradores, podremos ver esos flecos de otros tiempos con sudores. Los labradores airosos, que usaron mucho los yugos, nunca fueron vanidosos, cuando trazaron sus surcos. Los Campos de mi Castilla vivieron sin los tractores, con sus rejas en mi Villa hubo grandes labradores. Los legones están muertos, los yugos viven olvidos, sobre los tiempos inciertos hubo carros elegidos. Hay recuerdos tan sencillos que me llenan de grandeza, notó que tuvieron brillos esperando su tristeza. Carros de yugo con redes, canizas de coger parvas, trillos que tienen sus sedes en olvidadas estancias. Los yugos son el recuerdo de mi tierra embelesada, donde cualquier hombre cuerdo sabe de historia pasada. Hay rastros que se marcharon quizá buscando otras parvas, en las noches se alejaron entre las gentes con barbas. Las rejas fueron motivos que los surcos levantaban, sin precisar adjetivos muchos mitos se cuidaban. Los labradores airosos que pisaron Las Cañadas, nunca fueron vanidosos ni hablaron de encrucijadas, La Seca tuvo legones, con rejas que bien labraban, existieron azadones que los viñedos plantaban. Carros de viejas labranzas, con sus ruedas muy romanas, sin precisar alabanzas hicieron buenas jornadas. Campesinos del silencio, con las alforjas marcadas, tiempos que no tienen precio sobre sus bellas Cañadas. Los campesinos de entonces que te hablaron de aranzadas, temieron siempre las coces de las mulas resabiadas. Obradas con estadales, cuartillas de madrugada, las fanegas naturales no se vieron olvidadas. Los campesinos de entonces eran gente trabajada, en sus motivos atroces el legón les castigaba. La Seca tiene razones de ser la Villa soñada, donde se van las pasiones que la vida te marcaba. G X Cantalapiedra. 6 – 8 – 2020.