DESDE EL QUINTO INFIERNO, PIENSAS EN LA SECA
Cuando las brisas te marcan los caminos del Infierno, en la distancia te embarcas con un amor siempre eterno. No buscas señas profanas, ni caminas al olvido, solo miras las mañanas viviendo como elegido. De vez en cuando comparas los caminos escogidos, y notas las cosas raras sin ver tus sueños perdidos. Dicen que existe El Infierno, más yo nunca lo he vivido, el amor si sigue eterno lo tienes bien entendido. Llevas La Seca contigo en tus bonitas pisadas, y jamás lo ves castigo ni quieres huellas borradas. Cuando sientes la distancia entre brisas de pasiones, no pretendes arrogancia ni buscas las negaciones. Sentir la voz de la tierra cuando pisas muy lejano, es buscar que allí se encierra un camino castellano. Desde El Infierno soñando con los viñedos hermosos, mi juventud fue pasando en esos campos gozosos. Me hablaron del Quinto Infierno, y no quise comprendedlo, hay veces que me despierto y ni yo llego a entenderlo. Viendo montañas erguidas entre leyendas gozosas, sientas las noches queridas entre frases deliciosas. Una mirada al pasado para sentir lo que sientes, nunca te ves despistado ni tienes cosas pendientes. Mirando la carretera de cualquier lugar distante, la vida siempre te espera para sentirte un amante. Puede el paisaje marcarte si te sientes afligido, no quieras nunca buscarte un singular apellido. La Seca se va sintiendo aunque recorras Levante, la vida te va ofreciendo mucho terreno distante. Cuando las noches las pasas sin poner interrogantes, muchas cuestiones traspasas que te parecen brillantes. Sin dudar de tus raíces vas caminando sin prisa, olvidando cicatrices entre la bonita brisa. El mañana no está lejos, y el presente se evapora, la vida suelta complejos que hacen feliz cualquier hora. Un abrazo castellano que no conoce distancia, hoy me siento ser humano sin abrazar la elegancia. G X Cantalapiedra. 21 – 7 – 2020.
Cuando las brisas te marcan los caminos del Infierno, en la distancia te embarcas con un amor siempre eterno. No buscas señas profanas, ni caminas al olvido, solo miras las mañanas viviendo como elegido. De vez en cuando comparas los caminos escogidos, y notas las cosas raras sin ver tus sueños perdidos. Dicen que existe El Infierno, más yo nunca lo he vivido, el amor si sigue eterno lo tienes bien entendido. Llevas La Seca contigo en tus bonitas pisadas, y jamás lo ves castigo ni quieres huellas borradas. Cuando sientes la distancia entre brisas de pasiones, no pretendes arrogancia ni buscas las negaciones. Sentir la voz de la tierra cuando pisas muy lejano, es buscar que allí se encierra un camino castellano. Desde El Infierno soñando con los viñedos hermosos, mi juventud fue pasando en esos campos gozosos. Me hablaron del Quinto Infierno, y no quise comprendedlo, hay veces que me despierto y ni yo llego a entenderlo. Viendo montañas erguidas entre leyendas gozosas, sientas las noches queridas entre frases deliciosas. Una mirada al pasado para sentir lo que sientes, nunca te ves despistado ni tienes cosas pendientes. Mirando la carretera de cualquier lugar distante, la vida siempre te espera para sentirte un amante. Puede el paisaje marcarte si te sientes afligido, no quieras nunca buscarte un singular apellido. La Seca se va sintiendo aunque recorras Levante, la vida te va ofreciendo mucho terreno distante. Cuando las noches las pasas sin poner interrogantes, muchas cuestiones traspasas que te parecen brillantes. Sin dudar de tus raíces vas caminando sin prisa, olvidando cicatrices entre la bonita brisa. El mañana no está lejos, y el presente se evapora, la vida suelta complejos que hacen feliz cualquier hora. Un abrazo castellano que no conoce distancia, hoy me siento ser humano sin abrazar la elegancia. G X Cantalapiedra. 21 – 7 – 2020.