EL VIRUS SIGUE ACECHANDO EN LA SECA
En esta serias jornadas donde las dudas se aumentan, La Seca tiene grabadas ciertas fechas con tormentas. Algunas pestes pasadas dejaron marcadas puertas, fueron épocas dañadas que con el tiempo lamentas. Muertes que fueron seguidas con animales caseros, fueron tristes sus partidas en los tiempos agoreros. Ahora se cumplen cien años de aquella triste contienda, que marcaron los peldaños de aquella etapa siniestra. Lasecanos del futuro, tener vivas las defensas, las mascarillas de freno con distancias siempre tensas. Pueden morir animales como en aquellas pandemias, que fueron casos normales con frases de penitencias. El virus sigue al acecho esperando su revancha, piensa que tiene bien echo su caminar si se ensancha. No vale ser arrogante, ni sentirse vanidoso, ni mirar hacia adelante viendo el virus rencoroso. Las defensas por delante, ante la posible muerte, el virus busca el instante de poder cambiar tu suerte. El virus sigue al acecho esperando su momento, no vale labrar derecho cuando llega el sufrimiento. Los labradores airosos que labran bien sus viñedos, pueden sufrir temerosos estos virus con enredos. Ni los buenos aguardientes pueden parar los venenos, las gentes siguen pendientes de estos virus nunca buenos. Lasecanos del futuro, cargados de sentimientos, en este tiempo inmaduro nadie quiere sufrimientos. La pandemia va esperando para dejar sus modales, con llantos que ira dejando sin ser muertes naturales. Las defensas de la vida, saben mucho del infierno, este virus deja herida con un calvario muy eterno. Nadie se sienta salvado, ni pregone letanía, el humano condenado siempre buscó la alegría. Las pandemias castellanas fueron lamentos de muerte, las viejas gentes cristianas soñaron con buena suerte. Sin llorar en la agonía, ni predicar los tormentos, de poco vale ese día donde se sufren lamentos. La esperanza de camino, con mascarillas de freno, la muerte tiene el mal signo, de saber vender veneno… G X Cantalapiedra. 13 - 7 – 2020.
En esta serias jornadas donde las dudas se aumentan, La Seca tiene grabadas ciertas fechas con tormentas. Algunas pestes pasadas dejaron marcadas puertas, fueron épocas dañadas que con el tiempo lamentas. Muertes que fueron seguidas con animales caseros, fueron tristes sus partidas en los tiempos agoreros. Ahora se cumplen cien años de aquella triste contienda, que marcaron los peldaños de aquella etapa siniestra. Lasecanos del futuro, tener vivas las defensas, las mascarillas de freno con distancias siempre tensas. Pueden morir animales como en aquellas pandemias, que fueron casos normales con frases de penitencias. El virus sigue al acecho esperando su revancha, piensa que tiene bien echo su caminar si se ensancha. No vale ser arrogante, ni sentirse vanidoso, ni mirar hacia adelante viendo el virus rencoroso. Las defensas por delante, ante la posible muerte, el virus busca el instante de poder cambiar tu suerte. El virus sigue al acecho esperando su momento, no vale labrar derecho cuando llega el sufrimiento. Los labradores airosos que labran bien sus viñedos, pueden sufrir temerosos estos virus con enredos. Ni los buenos aguardientes pueden parar los venenos, las gentes siguen pendientes de estos virus nunca buenos. Lasecanos del futuro, cargados de sentimientos, en este tiempo inmaduro nadie quiere sufrimientos. La pandemia va esperando para dejar sus modales, con llantos que ira dejando sin ser muertes naturales. Las defensas de la vida, saben mucho del infierno, este virus deja herida con un calvario muy eterno. Nadie se sienta salvado, ni pregone letanía, el humano condenado siempre buscó la alegría. Las pandemias castellanas fueron lamentos de muerte, las viejas gentes cristianas soñaron con buena suerte. Sin llorar en la agonía, ni predicar los tormentos, de poco vale ese día donde se sufren lamentos. La esperanza de camino, con mascarillas de freno, la muerte tiene el mal signo, de saber vender veneno… G X Cantalapiedra. 13 - 7 – 2020.