Ofertas de luz y gas

LA SECA: ERA UNA TARDE DE VERANO...

ERA UNA TARDE DE VERANO
Era domingo en verano
en las orillas de Duero,
yo noté que algún humano
lleva dentro el romancero.

Entre pinos y encinares
vi navegando mis sueños,
pensando en ciertos cantares
fueron tiempos muy risueños.

Cuando se sueñan amores
por La Ribera del Duero,
jamás temes sinsabores
si pronuncias un “te quiero”.

Más los años se han pasado
por otros lados del Duero,
y un amigo ha recordado
aquel gesto aventurero.

Hay caminos en la vida
que siempre llevan al Duero,
donde sentirás la herida
que hace un cariño embustero.

La distancia va marcando
caminos de largos vuelos,
no se puede ir adorando
a quien no te da consuelos.

Cuando miras al pasado
y contemplas los silencios,
te sientes muy liberado
sin pensar en los desprecios.

No vale trazar caminos
por donde no pasa el Duero,
ni pensar en ciertos signos
de algún amor traicionero.

Las soledades se sienten
cuando pasas sobre el Duero,
muchas de ellas se presienten
si buscas el romancero.
G X Cantalapiedra.