LA SECA Y SU RÍO LA PERDIZ.
Desde Valtarre corría
buscando al famoso Duero,
era un río que fluía
como un bonito sendero.
Atravesando La Seca
por La Huerta de La Alegre,
La Perdiz toco la tecla
de alguna tormenta leve.
Subieron algunas calles
de su fatal pavimento,
y olvidaron los detalles
que a La Seca dan tormento.
Aquella Calle del Cristo
con sus honduras perennes,
el agua monta su circo
con subidas y vaivenes.
El Río sigue secado
nadie pregunta su cauce,
más se siente desbordado
cuando la tormenta place.
Aquellas grandes tormentas
muchas en pleno verano,
dejaron ciertas alertas
con su trazado profano.
Volverán inundaciones
con el agua desbordado,
fueron malas soluciones
las formas de aquel trazado.
La Seca lo va sintiendo
al ver la tormenta al lado,
no se debe acometiendo
dejar el río atrancado.
Cuando suena la tormenta
no solo da miedo el rayo,
el agua que corre lenta
se nota en el mes de mayo.
G X Cantalapiedra.
Desde Valtarre corría
buscando al famoso Duero,
era un río que fluía
como un bonito sendero.
Atravesando La Seca
por La Huerta de La Alegre,
La Perdiz toco la tecla
de alguna tormenta leve.
Subieron algunas calles
de su fatal pavimento,
y olvidaron los detalles
que a La Seca dan tormento.
Aquella Calle del Cristo
con sus honduras perennes,
el agua monta su circo
con subidas y vaivenes.
El Río sigue secado
nadie pregunta su cauce,
más se siente desbordado
cuando la tormenta place.
Aquellas grandes tormentas
muchas en pleno verano,
dejaron ciertas alertas
con su trazado profano.
Volverán inundaciones
con el agua desbordado,
fueron malas soluciones
las formas de aquel trazado.
La Seca lo va sintiendo
al ver la tormenta al lado,
no se debe acometiendo
dejar el río atrancado.
Cuando suena la tormenta
no solo da miedo el rayo,
el agua que corre lenta
se nota en el mes de mayo.
G X Cantalapiedra.