DE LA SECA A MEDINA
Cuantos sueños se han perdido
entre sus llanos y cuestas,
algún corazón herido
podrá recordar sus fiestas.
Desde La Seca a Medina
hubo mercados y alertas,
sin ser una luz divina
dejo las mentes despiertas.
Domingos de madrugada
entre buenos pensamientos,
alguna vida quemada
quizá dejo sufrimientos.
Llanos que fueron caminos
de labradores airosos,
Medina marcó destinos
en sus días más dichosos.
En La Cuesta del Calvillo
se notaban las distancias,
el campo dejaba el brillo
de sentir sus arrogancias.
Medina como reflejo
allí por la Chinarrera,
a veces fue fiel espejo
del campo en la primavera.
Llanos llenos de olivares
en las fechas más presentes,
sin ser tierra de cantares
Medina no quiere ausentes.
Desde La Seca buscando
sueños llenos de alegría,
que Medina fue encontrando
en perfecta sintonía.
Laderas llenas de brisas
de estos campos castellanos,
tierras que nunca se eclipsan
ni ven sus cereales vanos.
G X Cantalapiedra.
Cuantos sueños se han perdido
entre sus llanos y cuestas,
algún corazón herido
podrá recordar sus fiestas.
Desde La Seca a Medina
hubo mercados y alertas,
sin ser una luz divina
dejo las mentes despiertas.
Domingos de madrugada
entre buenos pensamientos,
alguna vida quemada
quizá dejo sufrimientos.
Llanos que fueron caminos
de labradores airosos,
Medina marcó destinos
en sus días más dichosos.
En La Cuesta del Calvillo
se notaban las distancias,
el campo dejaba el brillo
de sentir sus arrogancias.
Medina como reflejo
allí por la Chinarrera,
a veces fue fiel espejo
del campo en la primavera.
Llanos llenos de olivares
en las fechas más presentes,
sin ser tierra de cantares
Medina no quiere ausentes.
Desde La Seca buscando
sueños llenos de alegría,
que Medina fue encontrando
en perfecta sintonía.
Laderas llenas de brisas
de estos campos castellanos,
tierras que nunca se eclipsan
ni ven sus cereales vanos.
G X Cantalapiedra.