CORRÍAN VIENTOS DEL NORTE,
Entre vientos naturales
de estas tierras castellanas,
nos parecen infernales
los hielos por las mañanas.
Muchos sueños se eternizan
al ver las claras del día,
parece que preconizan
una triste melodía.
Las mesetas castellanas
que conocen los lamentos,
temen mucho las mañanas
cuando corren fríos vientos.
Por El Camino La Peña
mirando al Calvario Viejo,
la mañana no es risueña
ni jamás quita complejo.
Los Rasos de Valdiruelo
al lado de Cantarranas,
se queda muy triste el suelo
con las heladas profanas.
Por el Camino del Puerto
corren vientos temerosos,
que te rompen el aliento
con sus giros maliciosos.
Por las campos lasecanos
estos días abrileños,
buscamos juntar las manos
para no vivir empeños.
Vientos del norte nos llegan
con sus ráfagas heladas,
a veces cuando despliegan
dejan las viñas dañadas.
Lamentos de castellanos
que viven la agricultura,
y sufren por ser humanos
sin poder hallar dulzura.
G X Cantalapiedra.
Entre vientos naturales
de estas tierras castellanas,
nos parecen infernales
los hielos por las mañanas.
Muchos sueños se eternizan
al ver las claras del día,
parece que preconizan
una triste melodía.
Las mesetas castellanas
que conocen los lamentos,
temen mucho las mañanas
cuando corren fríos vientos.
Por El Camino La Peña
mirando al Calvario Viejo,
la mañana no es risueña
ni jamás quita complejo.
Los Rasos de Valdiruelo
al lado de Cantarranas,
se queda muy triste el suelo
con las heladas profanas.
Por el Camino del Puerto
corren vientos temerosos,
que te rompen el aliento
con sus giros maliciosos.
Por las campos lasecanos
estos días abrileños,
buscamos juntar las manos
para no vivir empeños.
Vientos del norte nos llegan
con sus ráfagas heladas,
a veces cuando despliegan
dejan las viñas dañadas.
Lamentos de castellanos
que viven la agricultura,
y sufren por ser humanos
sin poder hallar dulzura.
G X Cantalapiedra.