No me recuerdes los partidos de solteros contra casados, que llevo años sin poder respirar correctamente por culpa del estacazo que me pegué contra Luis, el marido de la Nini, cuando él era el portero de los casados y yo, delantero del equipo de solteros, le encaré como una bala dispuesto a marcar un gol de antología. Ni se enteró cuando mis 60 kilos chocaron contra él. Hará de eso más de quince años. Fue mi último partido de solteros contra casados.