ADALIA: LA VIDA SIN RETORNO...

LA VIDA SIN RETORNO
Después de vivir esta campaña de recogida de alimentos, organizada por el 0’77% solidario, tengo que decir algo que está más allá de la solidaridad de casi todos los ciudadanos y ciudadanas de Cantabria y del mundo. Si, “si queremos podemos y juntos lo conseguiremos” reza en los carteles y que este año ha cumplido el objetivo cuadruplicando el objetivo de los 7.000 kilos de alimentos.
Muchas vivencias que merece la pena destacar además de recordar la marcha de mañana domingo 13 de octubre 2013 desde Astillero, pasando por Camargo a Santander y, no es casual que se pasará también frente al Banco de Santander, por el Obispado y el parlamento de Cantabria (más bien para abrir conciencias). Pero la marcha ya comenzó en la medida en que la gente ha pasado con su carga emocional a entregar dinero y alimentos, como si fuera un inmenso corazón sangrante y palpitante andando por las calles
No puedo dejar de comentar algunas anécdotas de las que hemos vivido todos los colaboradores, al ver a todas las personas que han pasado por las mesas a entregar voluntariamente su aportación, con toda su carga humanitaria y emocional en muchos casos. Incluso Inmigrantes en el que te decían que España les ayudo en su momento de poder abrirse un camino de futuro y, ahora España necesita de ellos, y allí estaban también, ayunando en la medida que podían.
Es obvio decir que todos sabemos lo mal que algunas familias lo están pasando y que llevan su carga dramática sobre sí mismos, y que muy fácilmente te lo comunican. Dos cosas que me han conmovido particularmente; una señora en la que se advertía excesiva tristeza, me enseñó su muñeca en la que se veía claramente la cicatriz de un intento de suicidio, se me echo a llorar y dándola un abrazo la comente que eso ni aún en bromas se la volviera a ocurrir, elle me dijo - ¿y, quien es Vd…?- Yo nadie –la dije-, pero imagínese que fuera su ángel de la guarda y, se fue riendo… Pero hay otro más profundo y que nos conmovió a los que allí estábamos, un señor con aspecto de mendigo, (y, posiblemente fruto de limosnas) nos dio tímidamente 50 céntimos y nos dice,-con esto poco se puede hacer ¿no? – le dije- se puede comprar un litro de leche para un niño y, vuelve a meter la mano en el bolsillo y saca una moneda de 2 € y nos dice – Pues comprar cinco litros-. Lo demás que pueda decir ya sobra.
Como denuncia social también quiero recordar como el demonio del poder se sigue riendo de nosotros. Y sacar todos los fantasmas que llevo dentro, “porque 20 años no es nada”- como se dice en un tango- un montón de años escribiendo en periódicos y hablando por la radio, diciendo menos de lo que me publicaban por aquel entonces y ahora aprovecho a ponerlo aquí, algunos de mis poemillas que siempre están guardados en la vieja carpeta de los poetas. (Cosas que parecían panfletarias, y ahora os las voy a decir sin rubor) y, que tenemos la obligación de cantar al viento, porque salvando honrosas excepciones hemos ido a mucho peor socialmente. En aquel tiempo en que teníamos la ilusión de un cambio político, un nuevo rumbo por una dignidad que no tuvimos en la dictadura. “La verdad duele, pero la mentira mata”. Yo ya no se bien si la botella esta medio llena, o medio vacía, lo cierto es que nos han engañado miserablemente.
Aquí van estos poemillas
SUEÑOS DE LIBERTAD
Soñé que temblaba el muro
resquebrajando conciencias
en sueños vi a los humanos
caminar hacia otras sendas.
Soné en un mundo mejor
capaz de hacernos humanos
vi que las piedras y alambres
eran papel de escenarios.
Soñé que izaban el telón
entre comedias reales
rompiendo una dictadura
de tragedias infernales.
Soñé que faltaba tierra
para ocultar a los muertos
fanatismos de banderas
y, emblemas con armamentos.
Soñé que gritaban niños
entre tumbas miserables
rasgando el cielo caían
las estrellas militares.
Soñé… realidad y pesadilla
la prisión de los humanos
muros, egoísmo y farsa
padecimiento inhumano.

HUIR VOLANDO
Donde estas audaz gaviota
volando libre en tu afán
te quiero hacer un encargo
tu que si puedes volar.
Sube hacia arriba, muy alto
donde no haya tempestad
lejos… al nido del cuco
que lo puedes escalar.
Y me dices si en lo alto
se respira humanidad
si el aire no está viciado
para poder respirar.
Quisiera volar contigo
irme sin mirar atrás,
despertar en otro sueño
donde exista la verdad.

ENTRE EL SER Y EL TENER
Existe personas pobres
¿con aspecto de pobreza…?
y te miran a los ojos
y te inundan de grandeza.
Otros sueñan con tener
Y, sólo tienen dinero
luchan por tener sin ser
lo que buscan con anhelo.
Misterios del ser y el tener
conciencia que nos perturba
si sólo puedes tener
no acariciaras la luna…
El valor que tiene el ser
en ausencia del dinero
si te asiste el corazón
podrás decir gran “te quiero”.
Ser… con un ligero equipaje
caminante de alma buena
paraíso sin tener
para tener a Dios cerca.

AL BORDE DEL CAMINO
Esperando a los poetas altruistas
para cambiar el egoísmo por amor
despertar a vivir en nuestros días
lo contrario que produce depresión.
Caminar juntos y, romper estas cadenas
Y gritar a la llamada sin temor
caminar por la niebla a otra frontera
escapando de este absurdo callejón.
Este mundo que agoniza a los humanos
que se muere poco apoco en su prisión
olvidamos cultivar nuestros rosales
y perdimos para siempre su valor.
Alienados esperando las promesas
de un mañana que perdemos por temor
que sembramos de carroña este desierto
caminando sin maleta y sin amor.
Aunque digan las promesas de este mundo
vegetemos sólo para consumir
nos iremos poco a poco haciendo viejos
sin cambiar este destino por vivir.
Ya caerán en las conciencias tan dormidas
¿qué hicimos con la guerra y, el amor…?
se mataron y, otros bien lo consintieron
o se amaron por dinero, ¡que traición!.
Hay un tiempo de vivir y se nos pasa
esperando algún amigo con valor
que nos diga, no estás solo amigo mío
repitamos esta escena sin telón…
Y esperaré cantar a los pájaros del parque
añorando la canción que pudo ser
me diré un ¡porque! decepcionado
esperando a los poetas otra vez.
Y, cerraré el telón de este teatro
suspirando un adiós de incomprensión
porque estuve al borde del camino
muy cegado por la luz de una ilusión.

Jacinto Herreras Martín