POR LOS RINCONES DE SORIA
Voy caminando sin prisa
visitando sus rincones,
Soria mantiene esa brisa
que suele dar emociones.
Penumbras tienen sus noches
llenas de melancolía,
donde a veces ponen broches
cuando surge la alegría.
Riberas de algunos ríos
que te llenan de dulzura,
vientos con escalofríos
que a veces causan ternura.
Álamos de los caminos
que marchan buscando al Duero,
cruces en viejos molinos
junto sus piedras de acero.
Soledades que renacen
cuando los fríos son fieros,
con animales que pacen
sin temer nunca sus hielos.
Estos rincones sorianos
que son testigos del tiempo,
no piensan sentirse vanos
aunque les azote el viento.
Soledades castellanas
allí por el alto Duero,
saben de gestas humanas
con frases de romancero.
Rincones llenos de embrujo
entre sus pinos y enebros,
el visitarlo es un lujo
aunque no queden ni pueblos.
G X Cantalapiedra.
Voy caminando sin prisa
visitando sus rincones,
Soria mantiene esa brisa
que suele dar emociones.
Penumbras tienen sus noches
llenas de melancolía,
donde a veces ponen broches
cuando surge la alegría.
Riberas de algunos ríos
que te llenan de dulzura,
vientos con escalofríos
que a veces causan ternura.
Álamos de los caminos
que marchan buscando al Duero,
cruces en viejos molinos
junto sus piedras de acero.
Soledades que renacen
cuando los fríos son fieros,
con animales que pacen
sin temer nunca sus hielos.
Estos rincones sorianos
que son testigos del tiempo,
no piensan sentirse vanos
aunque les azote el viento.
Soledades castellanas
allí por el alto Duero,
saben de gestas humanas
con frases de romancero.
Rincones llenos de embrujo
entre sus pinos y enebros,
el visitarlo es un lujo
aunque no queden ni pueblos.
G X Cantalapiedra.