Un pequeño Museo, ESPEJA DE SAN MARCELINO

Al entrar y pisar el viejo suelo de madera, me invadió una sensación de paz y tranquilidad.
Estaban trabajando dentro de la Iglesia, por lo que no quisé permanecer mucho tiempo en ella.
Me pareció que, era un pequeño Museo, mirase donde mirase había algo que destacar.
(16 de Junio de 2010)