CUANDO EL PUEBLO ES MEJOR QUE SUS DIRIGENTES
Cuando el pueblo va sudando por sus constantes esfuerzos, atrás se queda pensando gente que solo da quiebros. Vamos andando caminos entre malos dirigentes, que pueden romper destinos y aburrir a muchas gentes. Aprendices de caciques, aduladores del miedo, que solo mantienen piques entre su penoso credo. Vamos haciendo camino, soñamos con rumbo nuevo, queremos cambiar el signo del que se sienta usurero. Dirigentes sin conciencia, prometedores de enredos, caciques de mala ciencia, que piensan trazar senderos. El pueblo siempre responde, no quiere sentir lamentos, cuando la verdad se esconde solo deja sufrimientos. Oportunistas chillando en mitad de los desiertos, que nunca vendrán logrando encontrar tiempos inciertos. Dirigentes sin conciencia, buscando siempre dinero, nada saben de clemencia ni pueden ser caballeros. Sus metas las llevan fijas, su conciencia es el dinero, ellos quieren ver clavijas en un mundo pordiosero. El mañana va llegando con sus dudas y sus miedos, a veces sigues pensando en ver como son sus credos. Buscando grandes fortunas, aunque el pueblo viva hambriento, sus canticos a la Luna son de sembrar malos vientos. Aduladores soñando sobre su tiempo rastrero, en sus maldades de bronce siempre logran ver dinero. El pueblo va lamentando ver tanto gesto embustero, no sé si vendrá pensando en el maldito dinero. Nos dijo Salvador de Madariaga, “Que buen pueblo si tuviera buenos dirigentes”. G X Cantalapiedra.
Cuando el pueblo va sudando por sus constantes esfuerzos, atrás se queda pensando gente que solo da quiebros. Vamos andando caminos entre malos dirigentes, que pueden romper destinos y aburrir a muchas gentes. Aprendices de caciques, aduladores del miedo, que solo mantienen piques entre su penoso credo. Vamos haciendo camino, soñamos con rumbo nuevo, queremos cambiar el signo del que se sienta usurero. Dirigentes sin conciencia, prometedores de enredos, caciques de mala ciencia, que piensan trazar senderos. El pueblo siempre responde, no quiere sentir lamentos, cuando la verdad se esconde solo deja sufrimientos. Oportunistas chillando en mitad de los desiertos, que nunca vendrán logrando encontrar tiempos inciertos. Dirigentes sin conciencia, buscando siempre dinero, nada saben de clemencia ni pueden ser caballeros. Sus metas las llevan fijas, su conciencia es el dinero, ellos quieren ver clavijas en un mundo pordiosero. El mañana va llegando con sus dudas y sus miedos, a veces sigues pensando en ver como son sus credos. Buscando grandes fortunas, aunque el pueblo viva hambriento, sus canticos a la Luna son de sembrar malos vientos. Aduladores soñando sobre su tiempo rastrero, en sus maldades de bronce siempre logran ver dinero. El pueblo va lamentando ver tanto gesto embustero, no sé si vendrá pensando en el maldito dinero. Nos dijo Salvador de Madariaga, “Que buen pueblo si tuviera buenos dirigentes”. G X Cantalapiedra.