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EL BURGO DE OSMA: COMO VENDIENDO SONRISA...

COMO VENDIENDO SONRISA
Con un traje reluciente
y un peinado de ocasión,
esperaba al pretendiente
entre bonita ilusión.

Eran las seis de la tarde
y el Sol dejaba calores,
aquella mujer no en balde,
iba soñando candores.

Su sombrero la marcaba
como sembrando pasión,
cuando un hombre se acercaba
reflejando su emoción.

Era una rosa de mayo,
o quizá laurel con flor,
el hombre tuvo un desmayo
que anulaba su razón.

Con aquel pantalón blanco
y sus zapatos de charol,
una rosa iba dejando
los calores que da el Sol.

Una mujer tan preciosa
hoy no encuentra comprensión,
más el verano a la rosa
le dará desilusión.

El blanco de las miradas,
alguien saliendo al balcón,
fueron rosas encantadas
del jardín del corazón.

Dejar la tarde tranquila,
nadie trace conclusión,
la rosa sola se enfila
para lograr su evasión.
G X Cantalapiedra.