EL BURGO DE OSMA: Ya está a la venta "La Pluma" revista literaria con...

Ya está a la venta "La Pluma" revista literaria con artículos variados, entretenidos e interesantes. Por solo 1,50 €.
Os dejo mi aportación:

SAN ISIDRO EN VALDENARROS

San Isidro sigue siendo una fiesta que aquí en Valdenarros se celebra a pesar de las pocas personas que en estas fechas se encuentran en el pueblo. Este año, incluso menos, debido al tiempo tan extraño que tuvimos. Llovió toda la mañana, granizó, incluso cayeron unos copos, y por la tarde pudimos ver el sol. Un día completo en lo referente al tiempo.

Por la mañana a las 11,30 hubo misa. El sacerdote no pudo bendecir los campos, pero sí las altas hierbas que cubren la entrada de la iglesia. Desde el portalillo y junto al santo lanzó el agua bendita.

Ya dentro de “la escuela” (local de reunión) mientras se tomaba un pequeño aperitivo, y a la espera del asado, la gente opinaba si tirar los caramelos o no. Alguien dijo de hacerlo en la parte nueva del centro, ya que por sus dimensiones daba de sobra para que cupiésemos los 19 que nos juntamos. Otro comentó que dar un puñado a cada uno; cosa a la que nos negamos la mayoría, pues la tradición es la tradición. Total que entre una cosa y otra llegó la hora de bajar al Burgo a por el sabroso cordero.

La comida transcurrió tranquila. Después del café, calmó la lluvia, y decidimos entonces hacer “la siembra”. En tiempos (yo no recuerdo haberlo conocido), cuando la plaza era de tierra, se labraba y en ella se echaban los caramelos. Desde que está de cemento, lo que se hace es marcarlo con tiza. Se dibujan tres líneas paralelas a lo largo dejando una anchura considerable entre ellas. Los labradores, esparcen entonces los citados dulces.

Hoy solo quedan en el pueblo dos agricultores (padre e hijo), así que fueron ellos quienes ataviados con dos enormes sacos, fueron realizando la tradicional tarea. Entre risas y “quejas joviales” por tener la tripa llena, la cosecha fue recogida por los allí presentes, que contentos se llevaron sus bolsas de golosinas (sin azúcar) para repartir entre sus nietos, hijos e incluso ancianos de algún centro geríatrico.

Después no podía faltar la partida de cartas entre los mayores. Es una práctica que todos los domingos (de verano) se juegue a “la brisca”, y no podía ser menos en un día tan especial. Y allí estuvieron al calor de la chimena hasta que llegó la hora del paseo.

La tarde aclaró, y con un sol entre nubes, todos disfrutamos de un recorrido tranquilo; pero eso sí bien abrigados porque el frío no nos abandonó en todo el “santo” día.


Llama al 654 409 325, ofertas especiales para Pueblos de España