Y otra tarde más las agujas avanzan lentamente
apuntando al frío metal que las acorrala,
y a lo lejos las frágiles sombras
de apariencia desconcertada se esconden
con premura de la sorda inclemencia,
y mis ojos –que aprendieron de los tuyos–
se han cegado tras el cristal.
Y empieza a llover, cuando mi memoria
cuenta los lunares de tu espalda, ... (ver texto completo)
apuntando al frío metal que las acorrala,
y a lo lejos las frágiles sombras
de apariencia desconcertada se esconden
con premura de la sorda inclemencia,
y mis ojos –que aprendieron de los tuyos–
se han cegado tras el cristal.
Y empieza a llover, cuando mi memoria
cuenta los lunares de tu espalda, ... (ver texto completo)