Bordecorex es un pueblo encantador, claro que lo digo con el cariño lógico que te hace ver las cosas al ser mi padre nacido allí. Entusiasmado por su pueblo, me enseñó todos sus rincones. Especial interés tiene el museo-escuela, pero sin olvidar todo el paisaje tan castellano en el que está enclavado. Espero que muchos lo visiten, y un recuerdo muy especial para todos aquellos que se marcharon porque la vida les obligó, y que de vez en cuando vuelven atraídos por sus recuerdos de la infancia y por ese no se qué que tiene la tierra donde uno nace. Saludos.
