BLACOS: He de reconocer que nada más leer el mensaje que hay...

He de reconocer que nada más leer el mensaje que hay debajo de éste, he sentido una punzada de envidia. Por ese blog que alguién que ama a su pueblo como nosotros al nuestro ha decidido abrir para compartir sueños y recuerdos. Pero la verdad es que esa sensación me ha durado muy poco. Enseguida me he dado cuenta que nosotros tenemos otras muchas cosas. Sobre todo tenemos emoción, una emoción contenida cada vez que clicamos la página de Blacos. Emoción e impaciencia por comprobar si alguien ha escrito algo nuevo, algo distinto, algo que nos ayude, que nos ilumine o simplemente algo que nos distraiga. Y esa emoción es mayor entre todos los que se alimentan de lo que otros escribimos, porque su espera es más incierta y la sorpresa mayor. Igual no nos damos cuenta pero tenemos algo que no alcanzamos todavía a valorar. Tenemos la suerte de haber convertido en un hábito la relación permanenente con el pueblo de todos los que quieren tenerla. Y entrar en la página de Blacos se ha convertido en una necesidad y en una costumbre como puede ser afeitarse, desayunar o mirar la hora. Y todos sabemos que algo repetido, con gusto, más que convertirse en una rutina se transforma en una adicción. Por eso tenemos a mucha gente enganchada a la página e incluso algunos sucumben al "mono" cuando no pueden leerla.
Pero tenemos más cosas. Tenemos ilusión por haber creado un punto de encuentro que a la vez ha servido para acercarnos nosotros mismos cuando nos vemos físicamente. Tenemos la suerte de haber descubierto que la relación virtual sirve también para conocernos un poco mejor y está claro que cuando acercamos posturas descubrimos que tenemos motivos más que suficientes para saludarnos de forma más efusiva y cercana, con esa complicidad de los que comparten algo y les gusta. Tenemos la esperanza de que estemos al principio de un camino cada vez más largo, más hospitalario y mucho mejor cuidado, en el que cada uno aporta lo que puede o simplemente es testigo de lo que pasa por su vereda. Tenemos la seguridad de que a veces lo que empieza bien nunca acaba. Una hoguera siempre alimentada no dejará de dar calor a todo el que se acerque a sus llamas. Tenemos la sensatez de hablar de lo que nos une y evitar destacar lo que nos separa porque sólo cuando hay un punto en común pueden coincidir todas las líneas que viajan a su alrededor. Tenemos la fuerza para huir de cualquier tentación que nos empuje a caer en rechazos, desplantes o desprecios de aquello que distorsiona nuestro deseo de identificarnos siempre con lo positivo. Ignoramos cualquier desviación de ese camino por el que transitamos casi todos los que nos asomamos a la verdad de nuestro origen. Y tenemos, quizás lo más importante, un deseo sincero de estar y seguir aquí, tanto en días de abundancia como en tardes de desasosiego, porque a estas alturas muchos se han dado cuenta, nos hemos dado cuenta, de que cuando vences la nostalgia que te embarga al leer algunas cosas, esas mismas palabras se convierten en fuerza y ánimo para necesitar un día más abrir la página y asomarte al universo de Blacos. Y es que tenemos un universo infinito, el de las emociones.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Alejandro, en primer lugar gracias por el halago y la envidia sana, tienes razón, hay algo que no no podemos remediar y es el cariño por Blacos y la Torre, es cierto que estas paginas sirven para unir, recordar y soñar, pero lo más importante es que para los del futuro quede un reportaje grafico de fotos y mensajes que les haga conocer como eran esos pueblos, que ya sabes cambian a una velocidad endiablada, a peor, si a peor en sus gentes que se van para no volver, a mejor un sus condiciones ... (ver texto completo)


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