Ismael, el Rey de la canción del verano
Hay pérdidas que duelen más que el dolor. Desapariciones que en su camino dejan el alma llena de cicatrices, con rasguños que se instalan en las entrañas y se alimentan de nostalgia, de pena y de tristeza eterna. Son los síntomas de una despedida.
Son también el principio de otros muchos sentimientos que me provocan el adiós de mi tío Ismael. Ese Isamel que era como la canción del verano de aquellos agostos interminables, que siempre incluían en su programa ... (ver texto completo)
Hay pérdidas que duelen más que el dolor. Desapariciones que en su camino dejan el alma llena de cicatrices, con rasguños que se instalan en las entrañas y se alimentan de nostalgia, de pena y de tristeza eterna. Son los síntomas de una despedida.
Son también el principio de otros muchos sentimientos que me provocan el adiós de mi tío Ismael. Ese Isamel que era como la canción del verano de aquellos agostos interminables, que siempre incluían en su programa ... (ver texto completo)