BERLANGA Y SU CASTILLO
Pisar Berlanga de Duero
conociendo bien su historia,
es ser buen aventurero
y conservar la memoria.
Berlanga y su gran Castillo
hacen bellos su paisajes,
aun conserva el viejo brillo
de muchos de sus linajes.
Entre el río Talegones
y los caminos al Duero,
se visitan las razones
donde El Cid puso su esmero.
En esta tierra soriana
el musulmán altanero,
hizo sentir su campana
en su dominio guerrero.
Almanzor marco caminos
con sus feroces guerreros,
rompiendo signos divinos
los tan terribles lanceros.
Berlanga tiene su historia
siempre mirando hacia el Duero,
conociendo llanto y gloria
y algún que otro caballero.
Marquesado de Berlanga
tierra del buen romancero,
en su pasado se embarga
cuando se mira en el Duero.
Riscos llenos de leyendas,
sombras que van hacia el Duero,
tierras que tienen sus sendas,
piedras que son como acero.
Berlanga nunca se olvida,
vive y siente sus misterios,
es una villa querida
con sus pasados muy serios.
G X Cantalapiedra.
Pisar Berlanga de Duero
conociendo bien su historia,
es ser buen aventurero
y conservar la memoria.
Berlanga y su gran Castillo
hacen bellos su paisajes,
aun conserva el viejo brillo
de muchos de sus linajes.
Entre el río Talegones
y los caminos al Duero,
se visitan las razones
donde El Cid puso su esmero.
En esta tierra soriana
el musulmán altanero,
hizo sentir su campana
en su dominio guerrero.
Almanzor marco caminos
con sus feroces guerreros,
rompiendo signos divinos
los tan terribles lanceros.
Berlanga tiene su historia
siempre mirando hacia el Duero,
conociendo llanto y gloria
y algún que otro caballero.
Marquesado de Berlanga
tierra del buen romancero,
en su pasado se embarga
cuando se mira en el Duero.
Riscos llenos de leyendas,
sombras que van hacia el Duero,
tierras que tienen sus sendas,
piedras que son como acero.
Berlanga nunca se olvida,
vive y siente sus misterios,
es una villa querida
con sus pasados muy serios.
G X Cantalapiedra.