Durante el reinado de Carlos III el Real Sitio adquirió su ordenación definitiva. Durante los siglos XVIII y XIX, el
Palacio de
San Ildefonso fue la residencia de
verano de los Borbones y en él se celebraron hechos relevantes de la
historia de
España: la
boda de Carlos IV con María Luisa de Parma; la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y
Francia, el ministro Calomarde consigue durante la agonía de Fernando VII que se derogue la pragmática sanción decretada por Carlos IV a petición de las Cortes de 1789; los sargentos sublevados de la guarnición, obligan a María Cristina de Nápoles a proclamar la Constitución de 1812.