EL GREAT WESTERN
El Siglo XIX era un tiempo de grandes adelantos tecnológicos. La revolución industrial le había dado la máquina de vapor al mundo, y el hombre no tardó en aprovechar su fuerza en ferrocarriles que se estendieron por los países, de repente hacer distancias largas era bastante fácil.
Una de las compañías de ferrocarriles británicas más grandes eran la Great Western Railway Co. En 1837, decidieron extender su servicio, y se convocó a la dirección de la compañía por una reunión. Aquí uno de los directores se quejó de que una vía férrea entre Londres y Bristol era larga. El ingeniero más importante de la compañía, Isambard Kingdom Brunel, contestó que pensaba que la linea era demasiado corta y sugirió que la compañía debiera extender la línea por el Atlántico Norte a Nueva York por medio de un buque de vapor del pasajeros nuevo y grande.
La idea era de hecho radical pero no obstante, la direción tomó el asunto en consideración. La discusiones siguientes y los cálculos económicos hicieron que se aprobara y dieron a Brunel permiso para diseñar una nave por ellos.
Se construyó la nave en los astilleros de William Patterson, Bristol. Como el propósito era construir un vapor transatlántico, sería la nave más grande jamas construida hasta la fecha. Construyó un casco de madera, y con ruedas de palas como medio de propulsión.
El 19 de Julio de 1837, se lanzó la nueva nave y se hizo una gran ceremonia. Se remolcó la nave a Londres donde fue terminada. Aunque era los primeros en construir específicamente para el Atlántico Norte un barco, ya tenía un rival.
Cuando los planes de la se supieron, otra compañía decidió hacer lo mismo. El hombre de negocios americano Junius Smith, dela compañía de Navegación americana de vapor empezó a construir un transatlántico. Pero, su construcción estuvo plagada por retrasos y los dueños se dieron cuenta de que no se completaría en tiempo su nave.
Aun querían ganar a sus rivales. Así, en lugar de esperar a que el Victoria Real fuera terminado, fletaron el Sirius un vapor para hacer el trabajo. Su registro bruto era de 700-ton, ordinariamente empleado en un servicio entre Londres y Cork. Ahora saldría a cruzar el Océano Atlántico.
El 29 de Marzo de 1838, el Sirius salió de Londres para Nueva York. Haría una escala breve a Queenstown para recojer pasajeros, correo y tanto carbón como podría llevar. Cuatro días más tarde, el 8 de abril y con sólo siete pasajeros a bordo, finalmente soltó sus amarras el Great Western y comenzó la carrera para alcanzar al Sirius.
A borde del Sirius la tripulación sabia que su rival tenía una maquinaria mucho más poderosa, y para alargar Nueva York de primeros, tenían que ir a toda la potencia que su barco producía. En medio del atlántico, el Sirius encontró una tormenta que redujo su velocidad aumentó el consumo de carbón. Finalmente el Sirius llegó a Nueva York el 22 de abril. La primera travesia del Atlántico a vapor se había hecho, y historia con ella. El Great Western Llegó en Nueva York sólo cuatro horas después del Sirius. La travesia del Great Western se hizo en solo 14 días y 12 horas, cuatro días más rápido que su rival. La carrera por el Gallardete Azul habia comenzado. Lo más importante de todo era el hecho de que Brunel había demostrado al mundo que los nuevos vapores podían hacer un servicio regular cruzando el transatlántico.
El tamaño del Great Western no se dejó al margen con el era capaz de llevar a más pasajeros, unos 148, la nave ofreció las amenidades más finas hasta la fecha. Su gran taberna era lo más bello que se veia en los mares, adornado con pinturas.
Tras la primera travesía, el Great Western continuó en servicio regular por el Atlántico Norte. En 1842 el Great Western se paso a la linea entre Liverpool y Nueva York. En 1855 el Great Western fue requisó por el gobierno británico. Junto con el Great Britain y varios navios de Cunard y P&O, se usó como trasporte de tropas.
Su último viaje fue Vauxhall, Londres, donde sería desguazada la unidad
El Siglo XIX era un tiempo de grandes adelantos tecnológicos. La revolución industrial le había dado la máquina de vapor al mundo, y el hombre no tardó en aprovechar su fuerza en ferrocarriles que se estendieron por los países, de repente hacer distancias largas era bastante fácil.
Una de las compañías de ferrocarriles británicas más grandes eran la Great Western Railway Co. En 1837, decidieron extender su servicio, y se convocó a la dirección de la compañía por una reunión. Aquí uno de los directores se quejó de que una vía férrea entre Londres y Bristol era larga. El ingeniero más importante de la compañía, Isambard Kingdom Brunel, contestó que pensaba que la linea era demasiado corta y sugirió que la compañía debiera extender la línea por el Atlántico Norte a Nueva York por medio de un buque de vapor del pasajeros nuevo y grande.
La idea era de hecho radical pero no obstante, la direción tomó el asunto en consideración. La discusiones siguientes y los cálculos económicos hicieron que se aprobara y dieron a Brunel permiso para diseñar una nave por ellos.
Se construyó la nave en los astilleros de William Patterson, Bristol. Como el propósito era construir un vapor transatlántico, sería la nave más grande jamas construida hasta la fecha. Construyó un casco de madera, y con ruedas de palas como medio de propulsión.
El 19 de Julio de 1837, se lanzó la nueva nave y se hizo una gran ceremonia. Se remolcó la nave a Londres donde fue terminada. Aunque era los primeros en construir específicamente para el Atlántico Norte un barco, ya tenía un rival.
Cuando los planes de la se supieron, otra compañía decidió hacer lo mismo. El hombre de negocios americano Junius Smith, dela compañía de Navegación americana de vapor empezó a construir un transatlántico. Pero, su construcción estuvo plagada por retrasos y los dueños se dieron cuenta de que no se completaría en tiempo su nave.
Aun querían ganar a sus rivales. Así, en lugar de esperar a que el Victoria Real fuera terminado, fletaron el Sirius un vapor para hacer el trabajo. Su registro bruto era de 700-ton, ordinariamente empleado en un servicio entre Londres y Cork. Ahora saldría a cruzar el Océano Atlántico.
El 29 de Marzo de 1838, el Sirius salió de Londres para Nueva York. Haría una escala breve a Queenstown para recojer pasajeros, correo y tanto carbón como podría llevar. Cuatro días más tarde, el 8 de abril y con sólo siete pasajeros a bordo, finalmente soltó sus amarras el Great Western y comenzó la carrera para alcanzar al Sirius.
A borde del Sirius la tripulación sabia que su rival tenía una maquinaria mucho más poderosa, y para alargar Nueva York de primeros, tenían que ir a toda la potencia que su barco producía. En medio del atlántico, el Sirius encontró una tormenta que redujo su velocidad aumentó el consumo de carbón. Finalmente el Sirius llegó a Nueva York el 22 de abril. La primera travesia del Atlántico a vapor se había hecho, y historia con ella. El Great Western Llegó en Nueva York sólo cuatro horas después del Sirius. La travesia del Great Western se hizo en solo 14 días y 12 horas, cuatro días más rápido que su rival. La carrera por el Gallardete Azul habia comenzado. Lo más importante de todo era el hecho de que Brunel había demostrado al mundo que los nuevos vapores podían hacer un servicio regular cruzando el transatlántico.
El tamaño del Great Western no se dejó al margen con el era capaz de llevar a más pasajeros, unos 148, la nave ofreció las amenidades más finas hasta la fecha. Su gran taberna era lo más bello que se veia en los mares, adornado con pinturas.
Tras la primera travesía, el Great Western continuó en servicio regular por el Atlántico Norte. En 1842 el Great Western se paso a la linea entre Liverpool y Nueva York. En 1855 el Great Western fue requisó por el gobierno británico. Junto con el Great Britain y varios navios de Cunard y P&O, se usó como trasporte de tropas.
Su último viaje fue Vauxhall, Londres, donde sería desguazada la unidad