En 1924, Marazuela deslumbra con su arte. El día 13 de enero protagoniza un memorable concierto en el teatro Juan Bravo, y Segovia descubre con regocijo que le ha nacido un artista. El día anterior, "El Adelantado" anuncia que el joven músico «no es un corriente aficionado, como prueban los clamorosos éxitos obtenidos en teatros y principales casinos de la importancia de Valladolid, Burgos, Zamora, Santander, Oviedo y muchos más, sino un virtuoso del complicado instrumento, al que arranca melodías de una encantadora exquisitez». El valverdano desgrana obras de Albéniz, Tárraga y Schubert ante el asombro del respetable. La prensa sentencia: «Ya puede ostentar Segovia con orgullo el preciado galardón de contar con un artista». El joven no cobró un céntimo por el concierto.