Muchas gracias Marcelino.
Ya veo con alegrìa como has visitado el foro de HERRERA DE PISUERGA.
No se como nos vamos a apañar.
Mira a que hora estoy al piè del cañòn. Aùn no he cenado.
Bueno. Voy a visitar el foro de Herrera.
Espero tener tiempo para continuar colocando asuntillos en el foro de BERNUY
Un fuerte abrazo.
Hasta mañana.
Ya veo con alegrìa como has visitado el foro de HERRERA DE PISUERGA.
No se como nos vamos a apañar.
Mira a que hora estoy al piè del cañòn. Aùn no he cenado.
Bueno. Voy a visitar el foro de Herrera.
Espero tener tiempo para continuar colocando asuntillos en el foro de BERNUY
Un fuerte abrazo.
Hasta mañana.
Aunque supongo que este tema lo habréis tratado anteriormente, he elaborado una síntesis de la importancia que Coca (Cauca) tuvo en la antigüedad. De aquí y de allá, es fácil encontrar datos. Por lo que tiene de interés para las gentes de Bernúy, por conocido, y a los foreros que aquí se aproximan.
Coca, la antigua Cauca, ya en la edad del Hierro, sobre el 500 a. C., era una de las ciudades más prósperas del valle del Duero. Tenía entonces unos 7 mil habitantes, un urbanismo plenamente desarrollado, unos órganos de gobierno independientes, contando con su propio ejército y una economía diversificada (incluyendo el comercio). Fue, como el resto de ciudades vacceas, una ciudad-estado dirigida por una aristocracia guerrera, muy potente política y militarmente y, gracias a su particular situación estratégica, fácilmente defendible al encontrarse entre los profundos tajos de los ríos Eresma y Voltoya. Completaba esta defensa natural con una potente muralla ya citada por los autores latinos.
Roma la tuvo como objetivo prioritario, dado su carácter estratégico, consiguiendo doblegar su resistencia en el año 151 a. C., siendo tomada y saqueada por Licino Lúculo por medio de un cruel engaño, narrado por Apiano, quien eleva la cifra de sus habitantes a 20.000. Poco después, en el 134 a. C., Publio Cornelio Escipión, trata de mantener relaciones con los caucenses para que no ayudasen a Numancia, y permite repoblar de nuevo la ciudad. Nuevamente destruida por Cneo Pompeyo Magno por haber apoyado a Quinto Sertorio en las Guerras Sertorianas (74 a. C.). En los siglos posteriores logra rehacerse económicamente.
Coca, la antigua Cauca, ya en la edad del Hierro, sobre el 500 a. C., era una de las ciudades más prósperas del valle del Duero. Tenía entonces unos 7 mil habitantes, un urbanismo plenamente desarrollado, unos órganos de gobierno independientes, contando con su propio ejército y una economía diversificada (incluyendo el comercio). Fue, como el resto de ciudades vacceas, una ciudad-estado dirigida por una aristocracia guerrera, muy potente política y militarmente y, gracias a su particular situación estratégica, fácilmente defendible al encontrarse entre los profundos tajos de los ríos Eresma y Voltoya. Completaba esta defensa natural con una potente muralla ya citada por los autores latinos.
Roma la tuvo como objetivo prioritario, dado su carácter estratégico, consiguiendo doblegar su resistencia en el año 151 a. C., siendo tomada y saqueada por Licino Lúculo por medio de un cruel engaño, narrado por Apiano, quien eleva la cifra de sus habitantes a 20.000. Poco después, en el 134 a. C., Publio Cornelio Escipión, trata de mantener relaciones con los caucenses para que no ayudasen a Numancia, y permite repoblar de nuevo la ciudad. Nuevamente destruida por Cneo Pompeyo Magno por haber apoyado a Quinto Sertorio en las Guerras Sertorianas (74 a. C.). En los siglos posteriores logra rehacerse económicamente.