La prueba de mi buena educación y modales la tienes en que he comenzado mi intervención pidiendo disculpas y, al contrario que tu, no he empleado, ni he insinuado, ningún epíteto descalificador, ya sea dirigido a personas del montón o a excelsos piratas.
No hay en mí ánimo de molestar, pero es que no puedo con las frasecillas lapidarias, aunque entiendo que, naturalmente, se pueden usar y que haría muy bien en aguatarme. Pero...¿no os parece que un pirata no sería tal si no abordara los
barcos que
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