Salamanca la blanca ¿quien te mantiene? cuatro carboneritos que van y vienen.
Así reza una cancioncilla de nuestra tierra, carboneros sí que tuvo, venían de la sierra ha vender carbón y cisco, pero de blanca no tiene nada, sin duda muchos conocemos el bonito color dorado de sus piedras, Lo que sí es fiel a sus tradiciones como la del lunes de aguas: Allá por el siglo diecisiete en pleno siglo de oro, Salamanca con su Universidad bullía de juventud.
Por semana Santa se acostumbraba sacar a las prostitutas de la ciudad, el caso es que llegadas estas fechas eran llevadas a un pequeño pueblo a orillas del río tormes llamado La Aldehuela.
Pasados los días de recogimiento, a los ocho días de el lunes de pascua los estudiantes las iban a buscar en olor de multitudes lo hacían por el río en barcas engalanadas con ramos, haciendo una gran fiesta, fiesta que ha pesa del tiempo transcurrido sigue vigente hasta el punto de ser fiesta en algunos sitios y en la docencia ajustan las vacaciones de Semana Santa hasta pasado este día. Se organizan en todos los pueblos romerías a los ríos que por allí discurren, en especial el Tormes protagonista de esta historia, también forma parte de esta romería el inseparable hornazo, para los que no lo conozcan especie de empanada rellena de jamón chorizo y huevo cocido, merienda contundente para acabar el día conocido como lunes de aguas.
Este relato lo dedico a esas personas que hallándose muy lejos de esta tierra siguen añorándola, también aunque no la conozcan, por oirselo contar a sus padres sientan cariño por ella.
Así reza una cancioncilla de nuestra tierra, carboneros sí que tuvo, venían de la sierra ha vender carbón y cisco, pero de blanca no tiene nada, sin duda muchos conocemos el bonito color dorado de sus piedras, Lo que sí es fiel a sus tradiciones como la del lunes de aguas: Allá por el siglo diecisiete en pleno siglo de oro, Salamanca con su Universidad bullía de juventud.
Por semana Santa se acostumbraba sacar a las prostitutas de la ciudad, el caso es que llegadas estas fechas eran llevadas a un pequeño pueblo a orillas del río tormes llamado La Aldehuela.
Pasados los días de recogimiento, a los ocho días de el lunes de pascua los estudiantes las iban a buscar en olor de multitudes lo hacían por el río en barcas engalanadas con ramos, haciendo una gran fiesta, fiesta que ha pesa del tiempo transcurrido sigue vigente hasta el punto de ser fiesta en algunos sitios y en la docencia ajustan las vacaciones de Semana Santa hasta pasado este día. Se organizan en todos los pueblos romerías a los ríos que por allí discurren, en especial el Tormes protagonista de esta historia, también forma parte de esta romería el inseparable hornazo, para los que no lo conozcan especie de empanada rellena de jamón chorizo y huevo cocido, merienda contundente para acabar el día conocido como lunes de aguas.
Este relato lo dedico a esas personas que hallándose muy lejos de esta tierra siguen añorándola, también aunque no la conozcan, por oirselo contar a sus padres sientan cariño por ella.