Hola a todos.
Me estoy formando un cacao mental porque efectivamente, hay muchos períodos y no todos vivimos en el mismo. pero lo bonito, como dice Silvano, es que cada uno cuente lo que le venga a la memoria de su época relacionada con el ambiente común: Aldehuela.
María, casi no me acuerdo de ti y si no me refrescas la memoria, y ni aun así, no sé si te recuerdo, ¿Tú eras una niña menuda y rubia?.
Presen, me acuerdo de la tele (Sylvania) de don Celestino. Pero antes que tuviera él la Tv "en color" ya la tenía D. Benino ¿os acordáis de D. Benino? el médico. Otro personaje que era una institución de la época. Pues este señor tenía la televisión, la 1ª o a lo sumo la 2ª del pueblo, en color, mediante el plástico de color crema, (del mismo color que su seat 600 impecable, como él); en este caso era, eso sí, monocolor. Ya os hablaré más de lo que recuerdo de D. Benino.
Me salgo del tema.
María y Presen, ¿dónde vivís?, y ¿qué es de Paquito? ¿os acordáis de lo del bayo?
Habláis mucho de Maruja. ¿podéis decirnos quién es? Parece una persona muy querida. No recuerdo quién es, pero podéis animarla a escribir si sabéis cómo localizarla. Incluso Rubio, que es mayor que yo, la recuerda y conoce.
Por entonces nos separaba un abismo a los niños de las niñas, por eso recuerdo más a los muchachos que a la muchachas.
Rubio, qué tal estás tú, cómo marcha ese corazón ¿ya estás trabajando?.
Yo también recuerdo a Manolo y Toño y cómo no, a Sofía y su amiga inseparable, Luisa, las inclinaciones secretas de todos los chiquillos de aquella época. A lo que tú te refieres del pique entre los 2 salones de baile lo recuerdo pero no te puedo aportar nada que no sepas porque yo era demasiado chico para percatarme; me acuerdo más de la venta de golosinas de la señora Quica (?), en aquel carretillo-quiosco con ruedas y todo que tenía en el bar de los Carrascos y llevaba hasta el salón, y también de que los domingos iba a casa de Baralides un vendedor de juguetes y chucherías ¡y globos!. Y en verano los domingos iba también a veces un heladero que vendía helados de cucurucho de peseta y de dos pesetas, a la puerta del comercio de Pilar, no lejos de tu casa. Nunca tuve más de una peseta a disposición para gastar y tenía algunos domingos verdadero problema de inversión con la oferta de artículos, todos tan apetecibles.
Mujer de Alipio, dale recuerdos a tu esposo. Cuéntanos cosas de la actualidad del pueblo.
Bueno, amigos, hasta pronto.
ANTONIO
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