SOTOSERRANO: LEYENDA DEL TESORO DE LA REINA MORA QUILAMA...

LEYENDA DEL TESORO DE LA REINA MORA QUILAMA

Existe una leyenda perfectamente ambientada, en una de las áreas montañosas mas intrincadas del sur de la provincia de Salamanca: la de la reina Quilama que en épocas pretéritas vivió en la cueva del mismo nombre custodiando grandes riquezas. Más de un incauto ha intentado apoderarse de ellas, habiendo pagado a veces con la vida y otras con la perdida de la razón.

Se cuenta que en las noches claras sobre todo por San Juan, brota del fondo de la cueva un conjunto de ruidos y lamentos: es el espíritu de la princesa mora, quien permanece sujeta a un encantamiento. A veces sale de su escondite y entonces se la puede ver en las inmediaciones del río Quilamas, con el que se comunica mediante un pasadizo desde las entrañas de la cueva.

La cueva se encuentra ubicada en la ladera sur del pico que lleva su nombre, en un lugar de difícil acceso y enigmático por el sustrato legendario que la acompaña. La leyenda relaciona este lugar como el refugio del último rey godo Don Rodrigo y de su bella amante la reina Quilama, que huyeron por este lugar que comunica con el pico del Castillo Viejo de Valero. También cuenta la leyenda que en su interior en intrincados laberintos y pasadizos se encuentra escondido el tesoro del rey godo Alarico.

Se decía por los pastores que antaño recorrían estos parajes acompañando a sus rebaños, que la Cueva era una mansión infernal, un antro de seres malignos, cuyas carcajadas y risas estridentes y horribles llegaban en las noches invernales hasta los chozos en los que dormían.
El caso es que un Arqueólogo se aventuró en la gruta en busca del tesoro, desapareció en sus profundidades y no se volvió a saber más de él.

En todos los casos esos fantasmas guardan con gran celo sus tesoros contra la codicia de los hombres, quienes solamente podrán apoderarse de ellas mediante penitencias por el desencantamiento de aquellas. Y a cambio le revelarán el escondite de sus tesoros.
De hecho, en el caso de la cueva de la sierra del Castillo, dicen que en sus inmediaciones bajo una lápida de piedra en la que había unas inscripciones un pastor halló un pequeño cofre lleno de monedas de oro…

Continuará.