Restos de la torre del que fue convento de Porteros. Porteros fue finca conventual dependiente del Monasterio Benedictino de Frómista (Palencia). En los libros parroquiales figuran algunas actas de bautismo con firmas de frailes, con el añadido "del Convento de Porteros"
Fue desarmortizado --expropiado--durante la segunda mitad del siglo XIX, posiblemente en la desamortización llevada a cabo por Mendizabal. Enajenado por el gobierno, pasó a propiedad de cierto Senador por Coria, quien, por no tener descendencia, lo legó "pro indiviso" a sus 16 sobrinos.
Hasta los años 40 del pasado siglo era explotado en arriendo bajo la vigilancia de un Montaraz. Me consta la Montaracía de dos personas: Tomás Sánchez, por los años de 1916 y Marcelino Sánchez Cruz, el último.
Por los meses de Junio o Julio de 1936, la finca fue invadida por gentes de las Hurdes --Los Casares y aldeas cercanas-- en un intento de apropiación, dentro de la política del Frente Popular que, tras las elecciones de Febrero del 36, favorecía estas apropiaciones.
Con intervención de fuerza pública fueron expulsados, pero el hecho produjo diferencias entre los dueños. Se procedió a su partición y sorteo de las partes. Bastantes de los por entonces herederos vendieron sus participaciones, que fueron adquiridas en su gran mayoría por gentes de nuestro pueblo; también por Hurdanos y vecinos de las Vegas y de Serradilla del Arroyo.
Ello produjo un aumento de bienestar en nuestro pueblo, falto anteriormente de tierras propias que trabajar. Tras la concentración de fincas, aquello ha sido racionalizado, pero los beneficios no han sido grandes al llegar la concentración en un momento de fuerte emigración de la gente joven.
Fue desarmortizado --expropiado--durante la segunda mitad del siglo XIX, posiblemente en la desamortización llevada a cabo por Mendizabal. Enajenado por el gobierno, pasó a propiedad de cierto Senador por Coria, quien, por no tener descendencia, lo legó "pro indiviso" a sus 16 sobrinos.
Hasta los años 40 del pasado siglo era explotado en arriendo bajo la vigilancia de un Montaraz. Me consta la Montaracía de dos personas: Tomás Sánchez, por los años de 1916 y Marcelino Sánchez Cruz, el último.
Por los meses de Junio o Julio de 1936, la finca fue invadida por gentes de las Hurdes --Los Casares y aldeas cercanas-- en un intento de apropiación, dentro de la política del Frente Popular que, tras las elecciones de Febrero del 36, favorecía estas apropiaciones.
Con intervención de fuerza pública fueron expulsados, pero el hecho produjo diferencias entre los dueños. Se procedió a su partición y sorteo de las partes. Bastantes de los por entonces herederos vendieron sus participaciones, que fueron adquiridas en su gran mayoría por gentes de nuestro pueblo; también por Hurdanos y vecinos de las Vegas y de Serradilla del Arroyo.
Ello produjo un aumento de bienestar en nuestro pueblo, falto anteriormente de tierras propias que trabajar. Tras la concentración de fincas, aquello ha sido racionalizado, pero los beneficios no han sido grandes al llegar la concentración en un momento de fuerte emigración de la gente joven.
